' 1
?216 Doleltn de la Real Academia Galtega
Estas peque?as obras debieron ser principio ` de la nueva edi
ficaci?n para la c?moda y definitiva fijaci?n del colegio; porque
en 26 dc Abril de 1621, aparece Isabel Rodriguez, viuda de Alonso
V?zquez de Toubes, ante el escribano Antonio S?nchez Pulleiro,
manifestando, ?que por cuanto en la Rua Nueva se edifica un cole
?gio Seminario de los irlandeses con Cedula particular de S. M.,
? que para ello tuvo facultad el P. Tomas Vitos, rector dc dicho
? colegio para tomar las casas y sitios que ft?esen necesarios para el
?dicho edificio, y por cuanto la Isabel tiene una casa, dice el es
? cribano, en la Rua del Villar, quo dice derecho hacia donde se
? ?hace el colegio, y porque es necesario atravesar por un cuarto
?de dicho colegio por el sitio de la dicha casa hasta tres varas; y
?por cllo el dicho P. Tomas Vitos lc dio scis ducados nuts?. Claro
est? que esta edificaci?n no debi? ser una obra totalmente nueva,
sino m?s bien ampliaci?n y restauraci?n de la casa quo ya pose?an
adapt?ndola a las necesidades que un colegio, aunque sea modesto,
exige. Este es nuestro parecer.
La ?ltima morada que tuvieron los irlandeses en Santiago,
hasta su desaparici?n c incorporaci?n al colegio de Salamanca, fu6
esta de la Rita Nueva, cuya casa ocupaba el mismo sitio que hoy
tiene la de D. Juan Harguindey, llatnada casa de Ramiranes, en
donde todo el tiempo pac?ficamente vivieron, salvo una quc olra
contingencia que no es del caso referir aqu?, entregados al nobil?
simo ministerio de la instrucci?n y educaci?n en orden al apos
tolado.
(Cont?nuar?). JOSE COUSELO 8OUZAS,
ESTUDIO BIOBIBLIOGR?FHCOCRITICO ACERCA DE ROSALIA DE CASTRO
(SU VIDA Y SU OBRA)
SEGUNDA PARTE
SU OBRA LITERARIA
(CONTINUACI?N)
No necesit? conocer a Ilcine ni su obra para en ?sta beber la
inspiraci?n, vaciar en su factura pensamiento y sentimiento y que
brotaran sus cantares fluidos, frescos y espont?neos como las cla
ras aquas de las fuentes, seg?n nos dice el Sr. Gonz?lcz Besada
en su Discurso de la Academia.
A algo m?s superior y elevado fu? debido. ?Por atavismos