62 DoLettn de La 'Real Academia latlega
Lleva por pi? de imprenta el de Imprenta del 6.Q Cuerpo, sin
fijar, el lugar de su residencia, que era entonoes LugO, a pesar de
exigir este requisito la ley de imprenta vigente.
Public?base, m?s o menos regularmente, en cuatro p?ginas 4.0
espa?ol, tama?o corriente de los peri?dioos de su tiempo, con nu
meraci?n y foliatura correlativas, habiendo, sin embargo, n?meros
impresos en hojas sueltas, especialmente de los primeros, que eran
en cuarto y medio pliegos sin retiraci?n.
El format() regular de cuatro p?ginas comenz? a regularizarse
en 'el n?mero 9 del 21 de Julio. M?s adelante sustituy? el ep?
grafe de Resumen por el de Quartel general del Ej?rcito.
El contenido de los n?meros es variado, y aunque hay algunos
dedicados exclusivamente a dar cuenta, d?a por d??, de las .operacio
nes del 6.Q Ej?rcito, y datos y noticias con ?l relacionados, otros
traen adem?s ?Noticias? , ?Reconocimientos y movimientos de los
dem?s Cuerpos?, ?Ordenes del d?a? , ?Actos de valor y Thero?smo
realizados por el ej?rcito y soldados esp??oles?, ?Art?culos doctri
nales?, etc., etc.
Si bien en algunos n?meros vese el correspondiente a que es,
como el 9, que fu? donde comenz? esta costumbre, en los anteriores
no los trae; pero f?cil es saber el orden con que se publicaxon,
m?s que por las fechas de las operaciones, por la paginaci?n que
correlativamente figura en cada n?mero de cuatro p?ginas en
cuarto.
Poseemos varios n?meros de este curioso peri?dico.
El ?Boletin Oficiai de la Provincia? ,183
Queda resc?ado en el texto y en la relaci?n de los peri?dicos
que aun se publican en este ,a?o de 1915.
?La Aurora del Mi?o?, 1857
Tamafio 40X 39; director Teolindo Romero; redactores, Anto
nio Castro Martinez y Dimas Corral. Ces? Romero en el n?mero 5
y le sustituy? Corral, hasta el 16 de Julio, que se retire') y con ?l el
resto de la redacci?n, quedando otra vez al frente Romero, aun
cuando muy resentida su salud.
En este peri?dico colabor? Castro Bola?o. La campaiia ini
ciada entonces sobre foros, reproducida m?s tarde en El Eco de
Galicia (1873) y posteriormente en otros peri?dicos, hab?a de re
surgir con inusitada violencia en nuestros d?as, forzando al Gobierno
a decretar leyes para resolver esta intrincada cuesti?n.