BOLETÍN DA REAL ACADEMIA GALEGA
Traballos e investigación sobre outros temas
sión y Fontenla á todo os contestará cumplidamente, con cicerónica competencia. Es más: si sobresalís en la república de las letras; si habéis escrito algo digno de ser leído y publicado y queréis editar ó conocer alguno de vuestros trabajos cuyo original ó ejemplares sufrieran extravío, acudid á Fontenla y allí, seguramente, lo encontraréis. Fontenla está en constantes y directas relaciones con las principales casas editoriales de Madrid, Barcelona y la Coruña, la cuales tienen de él esta consigna permanente: Envíen un ejemplar de todo lo que editen de, en, por y para Galicia. En definitiva: con decir que Fontenla tiene una biblioteca que cuenta más de mil ejemplares de obras exclusivamente gallegas, está hecha su apología. Porque conviene no olvidar que Fontenla es un obrero que no tiene más patrimonio que el fruto de su trabajo. Y que los mil volúmenes equivalen, cuando menos, á mil pesos. ¡Caudal enorme cuya acumulación representa para un pobre mil fatigas, privaciones é insomnios!
Con ocasión da citada viaxe a Galicia, Villar Ponte (1917), que o coñecera e tratara nos seus anos cubanos, na súa sección ?Con letra del siete? reflictía moi ben esta historia bibliográfica2.
Diariamente, una vez encauzado en la lucha por la existencia, hacía este propósito que conculcaba a sus amigos: ?Estoy ahorrando para ir a dar una vuelta a la tierra...?. Y ahorraba, en efecto, uno dos tres, cuatro días, ahorraba con fe, con decisión. Pero de pronto, al ver anunciada una obra gallega, literaria o musical, antigua o moderna, la adquiría loco de entusiasmo, y... adiós ahorros. Los ahorros se iban mas su biblioteca crecía.
e o propio protagonista daba conta á prensa de que tiña o proxecto de ?crear una espléndida biblioteca gallega en la cual se den a conocer numerosísimas obras históricas y literarias que permanecen inéditas u olvidadas? (CG 1917). Anos despois da súa morte, cando xa case ninguén se lembraba del, un dos fundadores da Asociación Iniciadora e Protectora, Miguel Bendamio (1934), volvía relatar as súas angueiras librescas
Hombre modesto, la dejadez le embriagaba al extremo de abandonarse de sí mismo y de sus obligaciones para dedicar sus ahorros a la adquisición de libros y obras, cuya lectura devoraba nutriendo sus conocimientos, los que conservaba en su privilegiada memoria como algo sagrado de su amada Galicia. Por lo demás José Fontenla Leal no fué un intelectual, ni siquiera un hombre culto; se desconoce que con su palabra, con su pintura haya producido algo notable que elevara su nombre en las letras, lo que fué un simple erudito por la abundante lectura que se ingería, retenía esforzándose en divulgar las glorias gallegas escritas por sus nobles hijos Legó a la Academia que el fundara 557 tomos y 103 folletos y revistas que los integrantes estimaron en gran valor.
Pois ben, unha semana despois do pasamento, persoábanse perante notario Vicente Castañeda Ruíz e máis o fillo do finado José Fontenla Rizú co obxecto de, cumprindo os
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