6o BOLET?N , DE LA. ACADEMIA GALLEGA
das hasta por los escol?sticos de su era (1), y al abrir generosa
mente las puertas del aula espa?ola a la experimental filosof?a;
debemos en justicia concluir que, el P. Luis de Losada no es= Mn
?
appetituL sensitivo hominis Convenit prceterea interno sensui et uppeti
fui brutorum uf vidimus n.st 121?. (Cap. IV, p?g. 71, 72 y 74).
III.? Qucer. 4, per quos actas intendatur, habitus P. Suarez sit.
sed. 10, docet 1, habitum absolute intendi per actas` intensiores prcece
dentibus
Y en el n.? 142 contesta Losada con estas palabras: ?Incertum
videtur quod primo loco ajebat Suarez videlicet habitum intendi per actas
prcecedentibus intensiores. Hinc enim fieret, ut quis,per actus ut quatuor.
adquisivit habitum intensum ut quatuor, postea, per unicurn actum ut
quinque statum evaderet intens? facilis ad actos ut quinque. Sequela au
tem videtur experientiae contraria; nam qui?valde assuetus est actibus re
missis, non statim adquirit facilitatem magnam ad actus intensos per
unum aut alterum ,eorum. Inimo swpe coritingit, ut cum intensa facilitate
ad remissos, conjugatur reinissa facilitas ad intensos: quod satis indicat
has facilitates intendi seorsum, adeoque provenire a diversis habitibus,
quamvis ad eamdern virtutem spectantibus ratione motivi Poterit qui
dem habitus, ab actibus ffitensis ortus, concurrere interdum ad remisses
circe. idem objectum ; quia nihil addunt difficultatis, nunquam tamen
habitus, a remissis ortus, quantumqumque intendatur, potest concurrere
ad intensos, utpote nobiliores ac difficiliores. Sic nobiliores plantee se
men swpe degenerant, et ignobiliorem aliara producunt, non tamen e
converso?. (Cap. V, n?meros 140 y 142)i.
(1) Ponderando el P. Feij?o la 'independencia de juicio del Padre
Losada, escribe:., (Halla muy probable la existencia de la materia sutil,
reconoce al aire su, peso, derriba al fuego del alto trono en que le coloca
ban vecino de la Luna; establece la fluidez del Cielo Planetario, concede
la raz?n de fuego formal al Sol, asiente a los firmes fundamentos con
que se prueba que hay generaciones y corrupciones, en los cuerpos celes
tes; duda de la vulgar distribuci?n de las cuatro primeras cualidades, en
tre los cuatro elementos; tiene por probable el vacuo diseminado, recha
za las definiciones escol?sticas de la raridad y densidad, ?y explica una y
otra seg?n el sentir de los modernos; niega la antiperistasis propiamente
tal, no quiere atribuir el ascenso de la llama al conato"riativo de buscar
lugar m?s elevado, ni el del agua en la bomba al miedo del vac?o, sino
uno y otro al peso del aire. Concede, en fin, la producci?n de todas las
semillas no s?lo de las plantas, mas a?n de todos los animales ov?paros,
en el principio del mundo, y desde entonces delineada en ellas la orga/
nizaci?n de plantas y animales: opini?n que yo he impugnado en el
tomo I, Discurso XIII, J. 10. Pero ingenuamente confieso que, despu?s
ac?, por varias reflexiones que hice sobre la materia, le hall? mayor pro
babilidad que la que entonces imaginaba?. (Tomo VII del Teatro Cr?tico,
Discurso XIII, n,? 47).
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