jolelfn de la Real Academia Gallega 237 ?
SIR JOHN MOORE (.)
(Continuaci?n)
IV
De Brunswick siguen los viajeros a Berl?n, en cuyo punto son reci
bidos con singular complacencia por Federico II, teniendo ocasi?n de
presenciar algunas de aquellas espl?ndidas y suntuosas revistas militares,
con las que tanto se deleitaba el c?lebre monarca.
Estos grandiosos e imponentes espect?culos inclinaron definitiva
mente el ?nimo del muchacho para abrazar la carrera de las armas ?vo
caci?n que aprob? su padre? y que le ha valido el se`r obsequiado por
el mariscal Conde de Escocia, a la saz?n al servicio de Prusia, con un par
de pistolas prusianas y un Horacio de bolsillo.
De Berl?n salen para Viena, llegando a esta capital en el mes de
Agosto de 1775. En ella son tambi?n agasajados con esplendidez por el
Emperador Jos? II, quien, habiendo formado una favorable opini?n del
Dr. Moore, le ofrece tomar a su hijo a su cuidado y servicio, proposici?n
que ambos rehusaron.
Desde Viena escribe el futuro h?roe a su hermano, que hab?a mani
festado sus deseos de ser marino:
?Espero que dentro de algunos a?os t? y yo zurraremos a los mon
sieurs por mar y por tierra?.
A?adiendo con aqnel candoroso sentimiento que en ?l siempre
resaltaba:
?Mas, espero que no haremos la guerra a los espa?oles, porque el
embajador espa?ol es el hombre mejor y m?s bueno que he visto y conoci
do en mis viajes?.
De Viena pasan a Italia, llegando a N?poles, en cuya capital recibe
Moore la grata noticia de que el duque de Argyle obtuviera para ?l un
despacho de alf?rez en el regimiento n?mero 51.
Su hermano, al escribir las memorias de Moore, consigna que el con
tento que ?ste experiment? ?no tuvo l?mites; y como solamente ten?a
trece a?os de edad cuando se le agraciara con dicho nombramiento, fu?
necesario pedir una licencia de, algunos meses ?que se le concedi?
(i) V?ase el n?mero 22 de 26 de Enero pr?ximo pasado.