10 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
lugares para sugerir una superior unidad de ambiente y vo
lumen en el tiempo; y tono l?rico del motivo total sobre el
tono del h?reo. Todo esto acentuado por la representaci?n,
cuyas posibilidades emotivas de forma, luz y color ?unidas
en la prosodia? deben estar en la mente del buen autor de
comedias. Hay que luchar contra el cine = Esa lucha es el
teatro moderno. Tanto transformaci?n en la mec?nica de
candilejas como en la t?cnica literaria.
Yo soy siempre un joven revolucionario, y poni?ndome a
decir la verdad, quisiera que toda reforma en el teatro comen
zara por el fusilamiento de los Quintero. Seriamente, creo
que la verg?enza del teatro, es una consecuencia del desastre
total de un pueblo, hist?ricamente'. El teatro no es un arte
individual, todav?a guarda algo de la efusi?n religiosa que
levant? las catedrales. Es una consecuencia de la liturgia y
arquitectura de la Edad Media. Sin un gran pueblo, imbuido
de comunes ideales o dolores no puede haber teatro. Podr?
haber l?ricos, fil?sofos, cr?ticos, novelistas y pintores. Pero no
dramaturgos ni arquitectos. Son artes colectivas. Primero los
Faraones y las Pir?mides despu?s. Primero el honor caballe
resco, despu?s don Pedro Calder?n. El sentimiento de los es
pectadores crea la comedia, y aborta al autor dram?tico.
?Quienes son espectadores de las comedias? Padres honrados
y tenderos, ni?as idiotas, viejas con postizos, alg?n pollo ma
jadero y un forastero. Los mismos que juegan a la loter?a en
las tertulias de la ?clase media. Por eso los autores de come
dias ?desde Morat?n hasta Benavente? parecen nacidos bajo
una mesacamilla. Son fetos abortados en una tertulia casera.
En sus comedias est?n todas las l?grimas de la baja y bur
guesa sensibilidad madrile?a.
Son los hijos de una sensibilidad y de un ingenio, que se
estremece como ante un enigma alejandrino, cuando el biza
rro capit?n que agita la bolsa de la loter?a canta gui?ando
un ojo: los dos patitos. En fin, cuente conmigo, si algo puedo
hacer en pro de ese intento.
(La carta se refiere luego a un asunto meramente particu
lar y termina: Le abraza su viejo amigo ValleIncl?n 8).
' Alusi?n, sin duda, tanto a la p?rdida de nuestras colonias en 1898, como
a la Espa?a isabelina.
s De los documentos de nuestro archivo particular.