8 BOLET?N DE LA. REAL ACADEMIA GALLEGA
ense?anza enraizada est?ticamente en el arte escrito y proyec
tado, que nos adentra de una manera insensible en la senda de
lo ?tico y de lo moral, aun cuando los que lo leen o presencian
no lo acepten en la misma medida e intensidad. La diferencia
estriba no tanto en el contenido del mensaje como en la predis
posici?n psicol?gicoformativa a recibirlo o, como dijo el P. Vela,
S. J., que el arte teatral nos vaya ayudando a tomar conciencia
clara de la situaci?n real de nuestra sociedad.
Lo que equivale a decir que el teatro, para que merezca este
calificativo, ha de reproducir o, acaso mejor, recrear, en el am
plio sentido de esta palabra, los hechos de la vida, los sucesos
de cada d?a, la evidencia de la autenticidad y de la realidad,
expuesta en forma dialogada, dentro de unos c?nones de los que
no se puede prescindir. Y hoy, sin exponerse al riesgo de pasar
por lerdo, como nos ha dicho Buero Vallejo, ya nadie duda de
que el teatro de ValleIncl?n reune estas condiciones y cuali
dades, porque don Ram?n, como esencialmente dramaturgo que
era, supo cumplir con su alta funci?n de Magister y llevar a ?l,
en admirable conjunci?n con la est?tica de revulsi?n, la ense
?anza de una verdad o de la realidad ambiente, aun cuando
esta realidad y esta verdad queden arropadas con el manto del
esperpento o de la fina iron?a galaica, a que nos hemos referido.
I II
Cuando ValleIncl?n contaba ya cincuenta y tres a?os, se
constitu?a en Madrid el llamado "Teatro de Arte", cuyos com
ponentes representaban en el teatro "Ciudad Lineal", que evo
caba as? el nombre de este t?pico lugar madrile?o, incluido hoy
en su n?cleo urbano, de una manera an?loga a como en ?pocas
pret?ritas ocurriera con el de la Zarzuela.
El principal promotor e impulsor de este doble empe?o, jun
tamente con Magda Donato, al que pronto se unir?a lo m?s se
lecto de los escritores del momento, hab?a de ser Cipriano Rivas
Cherif, que, casi al mismo tiempo que fundaba el "Teatro de la
Escuela Nueva" y la revista "La Pluma", daba igualmente vida
al "Teatro Escuela de Arte" (T. E. A.), que el mismo dirig?a.
En el manifiesto, a que alud?amos al inicio, se dec?a: "Sin