4 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
nido de la carta en s? como para conocer su pensamiento y
opini?n en torno a un tema, ayer y hoy, tan debatido: ?Son
representables todas las obras dram?ticas escritas por ValleIn
cl?n? ?Se ajust? ?ste en la concepci?n y desarrollo de su dra
maturgia al concepto y a los moldes por el mismo expuestos
y propugnados?
La primera pregunta o cuesti?n ha sido y est? siendo todav?a
ampliamente debatida por todos cuantos, de un modo u otro,
ex?getas o no, se interesan por la dramaturgia valleinclanista,
especialmente en la ?ltima d?cada.
As?, entre otr?s, ?l ilustre escritor y acad?mico Antonio Bue
ro Vallejo, en un ensayo sobre Valle y los personajes de su teatro,
ante las controversias suscitadas en torno a su obra dram?tica,
acertadamente dice que "parece ocioso volver a preguntarse si
ValleIncl?n fue un dramaturgo". Y a?ade:
"Formulada ya cuando ?l viv?a, la pregunta ha recibido di
versas respuestas, pero la de nuestra ?poca es equ?voca. Poner
hoy en duda que don Ram?n fuera un autor de teatro es correr
el riesgo de pasar por lerdo. Una respuesta rigurosa obliga, sin
embargo, a ciertas precisiones. Requiere la condici?n de drama
turgo que, quien por tal se tenga, no escriba una sola l?nea sin
tener presente su inserci?n en un texto que ha de convertirse
en espect?culo repetible. Varias son las obras que ValleIncl?n
escribi? sin perder de vista sus posibilidades de representaci?n,
y algunas de ellas fueron, en efecto, representadas sin grave di
ficultad. Mas escribi?' otras cuyas dificultades de representaci?n
son grandes y en ocasiones insoslayables 2.
Sin discutir ahora si alguna de las obras de don Ram?n pudo
presentar en su tiempo dificultades, que la t?cnica actual ha
sabido superar cumplidamente, como es bien notorio, se?alemos
que el mismo Buero Vallejo reconoc?a que ValleIncl?n "destin?
aqu?llas a su publicaci?n directa y sin pensar en su represen
taci?n, ?ntimamente persuadido, por lo tanto, de que no eran
teatro m?s que de un modo potencial y anal?gico" 3, extendi?n
dose seguidamente en un profundo estudio sobre los esperpentos
y su obra, en general, que habr? de tenerse muy en cuenta en
Antonio Buero Vallejo: "De rodillas, en pie, en el aire". (Sobre el autor
y sus personajes en el teatro de Valle Incl?n), en Revista de Occidente, n?m. 44 y
45, a?o IV, 2.a ?poca, noviembrediciembre, 1966, p. 132.
Ib., p. 133.