26 $olet?n de la" leal Academia G allega r ?
Cumple en estos momentos la Real Academia Gallega, el precepto
de honrar, en la medida de sus fuerzas, la memoria del insigne hombre
p?blico, del gran poeta y orador elocuent?simo, Sr. D. NICOMEDES
PASTOR D?AZ, esclarecido hijo de Galicia, el hombre de m?s noble esp?
ritu y mayor probidad que produjo nuestro pa?s, en el pasado siglo
y ? quien ni la envidia ni la maledicencia, pudo tocar con la m?s leve
sospecha que manchara su inmaculada memoria.
Amigo, compa?ero y colaborador de Donoso Cort?s, de Pacheco y
de R?os Rosas, vivi? y muri? como estos dos ?ltimos?y como hubiera
muerto tambi?n Donoso, ? no haberle salvado su fortuna particular?
en
lazo m?s uni? en vida ? quienes, en las luchas de los partidos, enton
ces duras y agresivas, les apellidaron puritanos, y en realidad lo fueron,
sin que en la defensa de los principios que sustentaban, en el poder y
fuera de ?l, ni en el noble amor que sent?an por la prosperidad de la
patria, en el desinter?s con que la sirvieron y de que dieron nuestra,
tuviesen quienes les superasen!
Las fiestas de su centenario que hoy celebra la ciudad natal de
nuestro poeta, vienen ? pagar oportunamente la gran deuda del home
naje .que le debe, y al mismo tiempo del cari?o que su memoria tiene
para ella. Todo se lo merece aquel hijo predilecto, que en las soledades 1
castellanas ped?a ? Dios, como un supremo consuelo, que la muerte le
llevase, en busca de su eterno reposo ? las orillas del rumuroso Landro:
Ll?vame de mi Landro ? los vergeles,
Y all?, muerte piadosa,
Bajo los mismos sauces y laureles
Do mi cuna rod?, mi tumba posa.
Tales eran sus deseos, y tales son tambi?n los que siente esta
Academia por que los restos mortales de D. NECOMEDE, PASTOR DIAZ,
vengan por fin, despues de mas de medio siglo de destierro, ? descan
sar bajo el cielo de Galicia, ? la cual am? e?n amor entra?able, visitan
dol en silencio,?huyendo de toda vanagloria y ostentaci?n,cuantas
veces las exigencias de los cargos obtenidos, le llevaban fuera de
Espa?a.
Vengan si ?s que todav?a se conservan en la Sacramental de San
?