$oletln de la Real Academia Gallega 157
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1 la de la avanzada edad del bronce, en la que, por no conocerse po
blados ni sepulcros, aquella personalidad se pierde, del 2.000 al 900
a. de J.; razonando esta sencilla clasificaci?n por el escaso inter?s
de los hallazgos sueltos que hace in?til la subdivisi?n en per?odos
de dicha ?avanzada edad? en la que ?s?lo se pueden agrupar, en
una serie cronol?gica los diferentes tipos de hachas u otros objetos
se?alando la posici?n de sus paralelos europeos dentro de los pe
riodos generales de la Edad del Bronce? (1).
Con este autor coincide el Dr. Obermaier., quien afirma ade
m?s, que los problemas de la arqueolog?a prehist?rica de esta ?poca
en la peninsula ib?ri?a ?est?n a?n en buena parte por resolver?
ya que s?lo se conoce bien su principio, la cultura arg?rica (2).
Y el an?nimo, pero cult?simo autor del Cat?logo sumario de las an
tig?edades prehist?ricas del Museo Arqueol?gico Nacional, al esta
blecer la misma divisi?n nos dice, que es la que puede hacerse de
los productos espa?oles de la Edad del Bronce ?en el actual es
tado de los estudios? y a?ade, acertadamente, que la cultura de
esta edad se ofrece en Espa?a ?con caracteres regionales bastante
marcados? (3).
Indudablemente que esta diferencia de caracteres dentro de la
propia peninsula y la falta de datos ?de grandes partes del terri
torio espa?ol? como apunta el Sr. Bosch Gimpera (4), en una
palabra, estas grandes lagunas en el conocimiento de la Edad del
Bronce en nuestra peninsula, edad en la que se desenvuelve una
civilizaci?n ?todav?a bastante mal conocida? (5) son las que ex
, plican y justifican la cautela de nuestros prehistoristas en estable
cer clasificaciones prematuras, como impidieron al Dr. Leite de .
Vasconcellos, apesar de la important?sima colecci?n de objetos de
bronce del Museo Etnol?gico, que su cultura y su patriotismo con
tanto acierto y cari?o dirigen, emprender ?en el estado actual de la
ciencia? nos dec?a, un estudio sistem?tico sobre la edad del bronce
en Portugal, por lo cual recomendaba la publicaci?n de monograf?as
o notas, que ?l mismo inici?, sobre objetos sueltos, tesoros, estay
~'. (1) Prehistoria catalana, p?ginas 153 a 155.
(2) Obra mencionada, p?gina 23.
(3) P?gina 39. Madrid, 1923.
(4) Ensayo de una reconstrucci?n de la Etnolog?a prehist?rica de
la Peninsula Ib?rica, p?gina 46. Entre esas partes, para algunos autores,
figura indudablemente la de Galicia.
(5) Histoire ancienne de la peninsule ib?rique. (19111926), por
Raymond Lantier. (Revue historique, Paris, 1927).