188 $oleltn de la Real 5%cademia allega
Presenci? la ceremonia un inmenso gent?o, ostentando todos los
edificios colgaduras con negros crespones.
Por la noche celebr?se en el sal?n del Teatro la velada necrol?gica
anunciada, que result? brillant?sima, por la calidad de los oradores, poetas
y escritores, que a la misma prestaron su concurso. Presid?a el Sr. Alcalde,
rodeado de las comisiones citadas. El elocuente orador Sr. Parras, amigo
del poeta desde la infancia, pronunci? el discurso inaugural, presentando
con gallarda frase, al infortunado vate, como religioso y amante de su fa
milia, y recordando episodios de su vida relacionados con la del orador.
Habl? seguidamente, con elocuencia, el periodista Sr. Rodr?guez Cobelas,
como representante del ilustre Ayuntamiento de la capital.
Leyeron poes?as de Curros y originales inspiradas, los Sres. Nan de
Allariz, Castor M?ndez Brand?n, Lez?n, Mart?nez Vasalo, P. Merino y
Souza, d?ndose tambi?n lectura a brillantes trabajos de escritores tan nota
bles, como Ogea y Fern?ndez Alonso; hizo su debut con labor literaria
de gallarda factura, el joven D. Octavio Lez?n Burdeos.
Termin? esta fiesta de la inteligencia, que hace honor a la cultura
del pueblo que vi? nacer al inmortal Curros Enr?quez, con un hermoso
discursoresumen del elocuente orador Sr. Lez?n, que traz? en magistra
les e inspiradas pinceladas, el cuadro de luz donde la figura excelsa del
poeta celanovense se ofrece nimbada por aureola inextinguible, principal
mente como cantor inspirad?simo de la leyenda A Virxe do Cristal, bas
tante a labrar la reputaci?n de un poeta de primer orden, y en cuanto
poeta del dolor que, en ?ureas estrofas, supo cantar el calificado por el
orador de poeta de las tristezas hondas y de los cantos nost?lgicos.
Los admiradores del vate prop?nense coleccionar los trabajos en pro
sa y en verso dedicados.a la memoria imborrable del llorado poeta, en un
folleto que se pondr? a la venta para arbitrar recursos con destino a la
estatua o busto que en Celanova proyecta erigirse; en el folleto podr?n
saborear los lectores las bellezas que contiene la corona f?nebre tejida en
honor de Curros Enr?quez, apreciando el m?rito de la labor de unos y otros.