3olet?n de la Real Academia Gallega 213
SECCION OFICIAL
JUNTA EXTRAORDINARIA P?BLICA DE 30 DE A4osT0 DE 1920. ?
Tuvo lugar en la villa de Mondar?z, en el sal?n de fiestas del Gran
Balneario, propiedad de los Sres. Peinador, a las diez de la noche, con
objeto de proceder a la solemne recepci?n del Acad?mico de N?mero.
electo, D. Antonio Rey Soto.
Ocuparon la Presidencia el Acad?mico D. Marcelo Mac?as, por
ausencia del Presidente Sr. Murgu?a; el Tesorero D. Andr?s Mart?nez
Salazar y el Secretario D. Eladio Rodr?guez Gonz?lez, figurando en
los dem?s puestos los se?ores Acad?micos Numerarios D. Eugenio
Carr? Aldao, D. Benito Fern?ndez Alonso, D. Wenceslao Requejo y don
Amador Montenegro Saavedra, y los Correspondientes D. Fernando
Mart?nez. Mor?s, D. Enrique Peinador Lines (quien?s ostentaban la
representaci?n de los Numerarios D. Manuel Lugr?s Freire y D. Flo
rencio Vaamonde Lores), D. Manuel Lez?n, D. Antonio Villar Ponte,
D. Ces?reo Garc?a Alvarez y D. Jos? Rodr?guez Sobrino.
Abri?se la sesi?n por el Sr. Presidente, y en cumplimiento de lo
que el Reglamento dispone, los Acad?micos D. Wenceslao Requejo y
D. Fernando Mart?nez Mor?s salieron a buscar al Sr. Rey Soto, acom
pa??ndolo hasta el estrado en medio de una prolongada ovaci?n con
que el distinguido p?blico que llenaba el local salud? al ilustre autor
de K Amor que vence al amor ?.
El Sr. Rey. Soto pas? a ocupar el sitio que, le estaba designado,: y
desde ?l di? seguidamente lectura a su discurso, en el que desarroll?
brillant?simamente el interesante tema & Las primeras obras tipogr?
ficas impresas y editadas . en nuestra regi?n (a?os 1494 a 1553).
haciendo gala de su dominio del l?xico castellano y de los amplios
estudios que dedic? al asunto, objeto de su notable y documentada
disertaci?n.
Al terminar la lectura de las doscientas cuartillas de que consta el
trabajo del Sr. Rey Soto, fu? ?ste un?nimemente aplaudido por el
numeroso auditorio, el cual estuvo una hora pendiente de las bellezas ?
literarias y de las citas curios?simas que avaloran el luminoso discurso,
seducida adem?s por la admirable maestr?a y la exquisita dicci?n que
el nuevo Acad?mico de N?mero pone en cuanto l?e.
Contest? al recipiendario el Sr. D. Marcelo : Mac?as, con otro
magn?fico discurso, tambi?n en castellano, en el que lo atildado de la