516 BOLETIN DE LA. REAL ACADEMIA GALLEGA
?
en, el que no sabemos si podr? significar un encomio de su bue
? na calidad, recomend?ndole por el suave n?ctar y la rica.degus
taci?n de los "alvari?os`y treixaduras" transformados en el 11
quido casi transparente, oloroso y , dulce, que produce volup
tuosidad en el paladar y embriaga con su aroma, o un deseo de
no haber sido bebida de su agrado.
No obstante hay otra menci?n'que'supone fundadamente la
fama que por su calidad alcanz? el dicho vino cuando nos dice:
Por hombre de agua no quiero
yo le tuviera, a ser`cuero
de vino de Ribadavia (39).
Y ya que de planLas' hablamos, el nabo es el que al parecer
era conocido por Espa?a, haci?ndolo casi .representativo'de' Ga=
licia. Son varias las veces que se cita tal producto ` exagerada
mente, unas en su producci?n y tama?o, utiliz?ndolo otras como,
palabra despectiva 'y peyorativa:''
Veamos en cuanto ?'lo primero, el cuento relatado en la' co'~
media de Santa Casilda, eii la j or?ad? primera al ponerlo' en
boca de Calambre buf?n ?que valientemente no niega su origeri
y contesta a las preguntas del Rey:
REY.??Es f?rtil tu tierra?
CALAMBRE.MUChO f de nabos en cantidad
una temeridad. Escucha y ver?s.
R Y.Ya escucho
?ALAMBRE.?En. una heredad cogia mi padre siempre unos nabos
que?de grandes y de bravos
fama en Galicia ten?an
tanto que si esto es costumbre
en??casa de ellos ?se hac?an
bancos con que se pod?an
sentar muy bien a la lumbre.
Yo me acuerdo cierto d?a
? que con un hacha part?
de un grande nabo que v?
lo que un carro no traer?a
(ss) LOPE DE VEGA: Idem, idem, esc. XVIII, p. 380, t. 52.