50 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
atreve con el elefante a pesar de ser tan t?mido que todo le
asusta. Las luchas entre el elefante y el rinoceronte de las cua
les se ha hablado, son pura mitolog?a.
A pesar de todo esto, el rinoceronte como el elefante son t?
midos y asustadizos y parece ser que no atacan nunca si no es
para defenderse. En cuanto a lo que dice el texto que "aunque
corto de piernas corre m?s que un caballo", puede asegurarse
que en su carrera consigue alcanzar la velocidad de cuarenta y
cinco kil?metros por hora.
Por ?ltimo, no se conoce con certeza la longevidad del rino
ceronte. El embarazo suele durar unos dieciocho' meses con li
geras variaciones seg?n las especies, al cabo de los cuales suele
traer un solo peque?o que se hace adulto a los cuatro o cinco
a?os y se calcula su vida en cuarenta o cincuenta. Del creci
miento del elefante se sabe que se prolonga de veinte a treinta
a?os y, seg?n algunos naturalistas puede vivir hasta los cien o
ciento cincuenta y a?n se cree que en plena naturaleza alcanza
los doscientos ".
LOS MONOS
Para juzgar y entender a Feijoo, es preciso hacernos las 51?
guientes consideraciones:
Entre los animales primates que tanto preocupan a los in'
vestigadores, son de excepcional inter?s los que aparentemente
se parecen m?s al hombre, sobre todo, en el aspecto som?tico.
Tales son los antropomorfos (forma o figura de hombre), en opo
sici?n a los cinemorf os (cinoc?falos = cabeza de perro). Tal pa'
recido se ha encontrado entre los primeros y el ser humano cine
los salvajes han llamado a uno de ellos orangut?n palabra que
en lengua malaya significa: hombre de los bosques (de los V0'
cablos orang = hombre; y outang = bosque). Este mono antro?
pomorfo habita exclusivamente en los bosques de Bornee Y Su'
matra. Tiene una particularidad en extremo extra?a y es ce
cuando vive en la selva se apoya y se desplaza vali?ndose de SIL'
44V?ase: MIGUEL FUSTE ARA, opus. cit , p?g. 344 a 346. Para una r?pida , '""inaja des'
cripci?n de los rinocer?ntidos ver HUMBERTO D'ANCONA en Trattato di enea
(en la traducci?n espa?ola cit. t. II, p?g. 989). Sobre el rinoceronte, en g'"^rios'
cons?ltese a los doctores Arthur Berger y Josef Schmid en El Reino deco
animales, t. III, p?g. 59 a 68 (traducci?n espa?ola muy ilustrada. EsPasa
pe, S. A. Madrid, 4.1 edic. 1968).