Los VIV?PAROS Y LA PSICOLOG?A ANIMAL EN EL P. FEIJ00 49
El cuerno del rinoceronte cuya medida de una vara escan
daliza a nuestro monje, var?a tambi?n con las especies, llegando
en el rinoceronte blanco a rebasar, el cuerno anterior, la lon
gitud de un metro.
Resulta pintoresca la creencia de que est? recubierto de "una
especie de peque?as conchas", lo cual s?lo de una manera fi
gurativa o con imaginaci?n po?tica se pudiera decir. As? lo
hace ?por ejemplo? el Libro de Job al decirnos del hipop?tamo
que sus costillas son como palancas de hierro ".
Con todo, aunque no tiene conchas, su gruesa piel le defien
de de las fieras, no as? de los insectos que le atormentan y con
tra los cuales se revuelca en el r?o y en el cieno para cubrirse de
lodo. Sobre estos animales viven algunos p?jaros aliment?ndose
de sus par?sitos, es su defensa.
Todav?a podemos llegar a una mayor aproximaci?n con las
mencionadas "conchas", atendiendo a la circunstancia que en
algunas especies se forman grandes placas r?gidas. Estas son en
realidad como corazas unidas unas a otras por pliegues m?s del
gados de la piel, lo cual facilita sus movimientos. Los elefantes
asi?ticos no s?lo son muy corpulentos sino que tienen general
. mente, la piel con grandes c?rneas muy gruesas. ?Ser?n estas
placas lo que le hizo pensar en "una especie de peque?as
conchas"?
Niega que el rinoceronte est? siempre amolando el cuerno.
Contra la autoridad de los naturalistas que sostienen que lo
afila para pelear con el elefante, arguye que si siempre estuviese
afil?ndolo "lo gastar?a enteramente, y en vez de preparar la
?nica arma que tiene para la pelea se desarmar?a del todo,, 42.
Est? acertad?simo en este juicio, porque el rinoceronte ni
afila su cuerno, ni tiene otro enemigo m?s que los insectos que
le molestan y el hombre que lo caza. Los leones y los tigres no
Se atreven con ?l. "Donde hay elefante, ?dice Claus? acostum
bra a seguir sus senderos, mas no porque no sepa abrirlos ?l,
L131115 en caso necesario aparta con su cuerno troncos de ?rboles
b?tante gruesos y deja expedito el camino" ".
, No hay, pues, fundamento alguno para suponer luchas re
buscadas entre estos dos colosos de la selva. Ning?n animal se
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Cartas, III' Pp?g. 28.
CLAUS, obra cit.t. IV, Zoolog?a.
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