Eladio Rodríguez González
BOLETÍN DA REAL ACADEMIA GALEGA
dad y su talento, puestos al servicio de la Academia, no pueden estar compensados con la exigua retribución monetaria asignada, otra formula habrá de satisfacer sus merecimientos sin que aparezca paradiodando [sic] al famoso personaje histórico para decir: ?La Academia soy yo?, cual lo intentan los autores de la proposición habilidosa, que al darla a la publicaidad [sic] han puesto en ridiculo al Sr. Vaamonde y en entredicho a la Corporación antentando su seriedad y buen nombre. Conste, pues, que mi opinión, modestisima como mia, pero hija de un fervido amor a nuestra Academia, es de que el Diccionario sea exclusivo de la Corporación sin que en forma alguna aparezca el nombre de nadie. Suyísimo siempre que le abraza y e. s. m. José Vega Blanco.
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5 de Agosto 1928 Sr. D. Eladio Rodríguez Mi distinguido compañero y amigo: He recibido con retraso por haber estado estos días ausentes, la copia que ha tenido V. a bien remitirme de la proposición presentada a la Academia por algunos de nuestros compañeros, pidiendo que figure en los cuadernos del Diccionario GallegoCastellano el nombre del Sr. Vaamonde Lores, como autor del mismo, y la de las interesantes manifestaciones que un académico numerario hizo, explicando su voto, en la Junta en que aquella fué leida, acerca de los trabajos realizados por aquel docto y laborioso compañero. En contestación al atento B. L. M. en que V. me pide mi parecer en tan delicado asunto, debo manifestar a V. que la labor del Sr. Vaamonde, aunque muy meritoria, no me parece lo bastante para adjudicar la paternidad del Diccionario, el cual, en mi opinión, debe seguir siendo obra colectiva y anónima, sin perjuicio de que se hagan constar cómo y cuándo se estime conveniente, los trabajos relevantes y extraordinarios con que, tanto el Sr. Vaamonde, como cualquier otro señor académico puedan contribuir a la realización de la obra. La solución que indica el mencionado compañero, de que se diga al frente de cada cuaderno: ?ordenado por Don César Vaamonde Lores, desligándose la Academia de su paternidad; pero haciendo al ordenador determinadas recomendaciones, no me parece en principio aceptable, por las dificultades que ofrecería en la practica y porque, de tal modo, la Academia no se desligaría en absoluto de la paternidad. Que nuestro querido amigo Martínez Morás tenga esto presente para cuando le envie mi delegación. Particípele mis afectuosos recuerdos, y reciba V. un apretado abrazo de su muy devoto admirador y amigo Marcelo Macías.
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Nº 362