joletfn de la Real )kcademia Gallega 211
puede afirmarse, por no constar si es o no oficial, de otro, muy hermoso
por cierto, del a?o 1784, que se halla esculpido en la b?veda del refecto
rio de la casa monasterial de Santa Mar?a la Real de Oya.
Otra representaci?n del viril como armas de nuestro antiguo rei
no ? y es la ?ltima a que podemos aludir ? la tenemos, bordada, en el
estandarte del Tercio de Voluntarios de Galicia, de Buenos Aires, del
a?o 1807, el cual se guarda en el c?lebre santuario de Luj?n, jurisdicci?n
de aquella capital. D?bese el conocimiento de tan hist?rico trofeo a don
Manuel Castro L?pez, quien lo describe, y presenta fotografiado en la
p?gina 58 de su merit?sima obra 'El Tercio de Galicia en la defensa de,Bue'
nos Aires (Buenos Aires, r9r1). Las' razones que nos movieron. a pres
cindir de la bandera del Batall?n de Alarma de la Coru?a al referirnos al
cop?n, las consideramos aplicables al caso presente, y asi, damos tambi?n
por , excluido, al estandarte del Tercio. Gallego de la gran ciudad ame
ricana.
Ponlo apuntado, con facilidad se comprende, que "la .citada .pieza he
r?ldica, no puede tampoco incluirse entre los distintivos del pa?s.
Demostrado en absoluto ? a nuestro juicio ? que la custodia, el
cop?n y el viril nunca han conseguido entrar, legal y oficialmente, en el
campo del escudo regional, y que este honor s?lo estaba reservado 'al
c?liz y la hostia, repetiremos de nuevo, que estas gloriosisimas insignias
son las ?nicas, verdaderas y leg?timas armas de Galicia; completamente
solas y aisladas, sin nada de cruces, motes, leyendas ni otros atributos;
que as? vienen us?ndose sin interrupci?n desde hace varios siglos junta
mente con las armas, de Espa?a en los blasones esculpidos : por mandato
de los monarcas y en otras representaciones de emanaci?n real; y.. 'que
sin previa y soberana autorizaci?n, no podr?n ser en 'ninguna forma va
riadas, alteradas ni modificadas.
Tal es lo que se desprende del estudio de las particularidades m?s
salientes que hemos notado en el escudo de la Coru?a que ocasion? la
redacci?n del presente escrito. Algo m?s nos queda por decir, pero lo
dejaremos para mejor oportunidad, debido a haber dado ya al trabajo
una extensi?n exagerada.. CESAR VAAMONDE LORES.
(Continuar?).