totelin de la Real Academ?a Galtega 93
Es un reconocimiento de dos bulas pontificias en favor de las mon
jas de Allar?z, que nos parece hilado por manos pecadoras no muy ?x
pertas en suplantaciones diplom?ticas, pues este documento por su re
dacci?n, un tanto rara, es de presumir que ha sido confeccionado mu
cho m?s ac? del siglo XIV, aun queriendo simular anterioridad con las
palabras, buella y buellas por bula o bulas, sa por se, purgameno por per
gamino, y otras circunstancias entre las cuales, aparece ?a de que el pur
gameno, est? sellado con sello episcopal de cera branca colgado en fios de
seda. Cosa es esta bastante rara en aquellos tiempos en que solo usaban
sellos rodados colgantes los papas y los reyes, si alguien m?s los manda
ba colgar no fueron ciertamente los ?bispos; no solian usarse m?s que
en las bulas donaciones y privlegios. Los obispos estampaban sobre cera
su sell? en el pergamino.
Asi y todo, aun en caso de sello pendiente en filos de seda blan
ca etc. etc., lo que m?s invalida el documento del Obispo Martin y las
monjas Clarisas de Allariz, es la completa ausencia de la fecha y lugar en
que fu? expedido, circunstancia importantisima de cualquier instrumento
que se pretenda exhibir como fehaciente: el lugar y fecha del otorgamien
to fueron siempre indispensables prestando autenticidad al documento.
Esto ? parte, en mi Cr?nica de los Obispos de Orense, expongo ya las ra
zones por que se descarta al Obispo Martin en la forma siguiente:
En el Cat?logo de los Obisp?s de Mu??z est? como sucesor de
Garcia Manrique, D. Martin de la Sierra, y se hace all{ menci?n de cier
tos privilegios concedidos p?r el Rey.D. Juan I el a?o de 1377, un a?o
despues de la promoci?n de Garcia, peroni el autor de Noticias hist?ricas
de la Santa Iglesia de Orense, ni Gil G?nz?lez Davila, que tambien lo
afirma, nos alegan, para probarlo; ning?n dato fehaciente. En cambio,
Florez y Bedoya, prescinden en absoluto del prelado Martin, como asi
de los privilegios citados fundand? su opini?n en que D. Juan I no subi?
al trono hasta el a?o de 1379, y sobre todo, por que en los anteceden
tes remitidos al Maestro Florez por, el can?nigo Gunt?n, se asegura que
ni en libros ni en apuntes de la Iglesia hubo memoria del Obispo Mar
t?n.? (I)
Tampoco tiene raz?n nuestro impugnador al asegurar que el nom
bramiento de D. Garcia, ` no sigui? inmediatamente al de D. Martin,
pues aunque Mu??z le deja fuera de su Cr?ni?a, Florez y el Dr. Bedoya,
que han sabido muy bien escudri?ar expolvoreando la documentaci?n de
de nuestros archivos, especialmente el Ultimo, cronologiaamente hablan
(1) Cr?nica de los obispos de Orense, p. 310.