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monasterio para la entrada de la quintana que hest? antes de la
entrada, de la iglesia del dicho monasterio donde dentro d?l, tenian
e labraban heredades de pan y trigo y cev.ada huertas e naranjas
y servicios de casa del dicho monasterio, todo ello sin el cuerpo
principal de la iglesia 'y capillas y claustros y casas y aposentos
que dentro del dicho monasterio estaban sin las huertas que se
?labraban dentro del dicho monasterio de pan y trigo y cenada con
mas~ las tres huertas con la de detr?s la sacristia e portal de la
entrada... ? (1)'.
Tan interesante demarcaci?n pone de relieve exacto la existen
cia y situaci?n de nuestro hospital 'y capilla de los mareantes, no
restaurado por el Gremio, sin duda por haber dedicado su mayor
inter?s al que, propiedad del mismo, ten?an en el extenso barrio de
la Pescader?a, y calle dedicada 'a San Andr?s que, andando los
a?os, fu? el m?s notable de la ciudad herculina.
A pesar de la constante variaci?n del per?metro de la '.plaza
cormksa, en la parte llamada ciudad alta 'o ciudad vieja, puede
asegurarse, pues todav?a se conserva la plazuela d? los Angeles, ?
que en el primer tercio del siglo pr?ximo' pasado, contaba con siete
reducidos y humildes 'edificios particulares y hoy tiene tres gran.
des y modernas viviendas, cuya plazuela comienza en` la' moderna
plaza de Mar?a Pita y termina en la vetusta de las Damas; que el ?
repetido hospital y capilla de' los Angeles' (d'os Anxds) ten?a su
asiento, quiz?s con el mismo per?metro, en el edificio, actualmente
propio de los herederos de nuestro querido amigo y distinguido
convecino D. Raimundo Molina Couoeire, cuyo elegante local ra
dica entre la Cuesta del'Derribo y calle de la Amargura, dand? su
frente a la repetida plazuela a que en remota ?poca di? su gr?fico
nombre.
Sirva la, presente aclaraci?n para que en tiempos sucesivos no
se dude de la permanencia de los repetidos edificios, propiedad del
Gremio de ?Mareantes, pegados a los muros de la huerta del primi
tivo convento de Santo Domingo, como acertadamente describe el
entusiasta arque?logo D. Antonio de la' Iglesia Gonz?lez,' al ocu
parse de las diversas fases pasadas por aquella famosa congrega
ci?n coruflesa.
ANTONIO REY ESCARIZ.
(1) Poseemos el original de dicha 'demarcaci?n.