194 jolettn de la. Real Academia Gallega
Fortaleza de Outes.
La pose?a en este tiempo, del Patriarca, Garcia Martiz de Bar
beira, el cual a?adi? a la torre de dos pisos, cuadrada, de piedra
menuda, que hab?a, otra cuya primera piedra se puso un d?a de
San Crist?bal. Era ?sta de siller?a, redonda, de tres sobrados y en
cinto, la cual levant? aprovechando los servicios que los de la tierra
le prestaron, aunque no sepamos con qu? condiciories. Pasados
unos siete a?os, a causa de la opresi?n que ejerc?a sobre los habi
tantes de las jurisdicciones de Muros y Noya, del Arzobispo .de
Santiago, se reunieron los Concejos de ambas y acordaron alle
gar gente para combatirla, al frente de la cual se puso Este
ban de las Junqueras, de la Puebla. Armados de trabucos y
otras armas, combatieron la fortaleza de Outes, la tomaron y
se la entregaron al Arzobispo. Volvi? m?s tarde a tomarla Bar
beira (1); pero le despoj? de ella un ej?rcito capitaneado por Bar
tolom? Vaamonde, entrando nuevamente en posesi?n de la misma
el Patriarca. Pero Martiz de Barbeira, con su mujer D.a Sancha,
pusieron cuesti?n al Patriarca exigi?ndole los gastos de las edifi
caciones, siendo ?ste condenado a pagarles novecientas y tantas do
blas. He ah? c?mo vino a poseer el arzobispo de Santiago esta for
. taleza, que pronto desapareci? .( 2) .
Castillo de Jallas.
Era muy importante esta fortaleza seg?n todas las descripcio
nes que de ella hemos visto. Seg?n ellas constaba de una vara de
casa rectangular, larga y alta, con tres pisos, de paredes fuertes de
sillerfa, almenada, enguirnaldada y con garitas y cubos. Ten?a una
cerca aita con barbacana, almenada y con 'sus saeteras, la cual se
un?a con la vara de casa por ambos lados, siguiendo la barbacana
todo alrededor; rodeaba a ?sta otra muralla m?s baja almenada
y con saeteras. Sobre la puerta de entrada hab?a una t?rre de
sillerfa, tejada, que se levantaba sobre el muro unos tres codos.
Exteriormente a los muros estaban las dos cabas que circundaban
estas edificaciones. Debajo de una de las salas hab?a caballerizas
c?mo tambi?n las hab?a fuera, as? como otras casas pequef?as.
(1) Fu? esto a causa de haberse vendido por cuarenta doblas el qua la defendfa, Ro
drigo Martinez de San Crietobo.
(2) Proc. p?gina 107, 110, 125, 1017