BOLETIN DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 309
nuestra patri?tica insinuaci?n hubo de caer siempre en el vac?o.
Signo de los tiempos.
Diego de Andrade, al igual que su hijo Fernando, pr?ncipe
de Caserta y primer conde de Andrade, sucesor en la casa (2), no
tuvo nunca para Betanzos las consideraciones a que nuestro pue
blo natal era acreedor. La causa de tan censurable comporta
miento no est? realmente muy Clara; mas se nos ocurre pensar
si todo ello obedecer?a al incontenible deseo de aquel poderoso
magnate de alzarse con el se?or?o de la ciudad ?las tierras eume
sas y betanceras hall?banse contiguas, dando esto lugar a fre
cuentes y sangrientas contiendas, que el propio Andrade y los
suyos provocaban, para justificar despu?s, a su modo, ante los
soberanos, es de suponer, la necesidad de que ambas jurisdiccio
nes estuviesen sometidas a un ?nico dominio, es decir, en la mis
ma mano?, intento que hubo de malogr?rsele por la oposici?n
tenaz y decidida del concejo brigantino (a), hasta el punto de
haber llegado ?ste a patentizar su repulsa emplazando en la par
te m?s destacada de una de las puertas medievales de ingreso a
la poblaci?n ?la conocida con el nombre de ?Porta da Vila??,
tres piedras armeras con los blasones correspondientes a la Mo
narqu?a, reino de Galicia y Municipalidad, complementados con
una muy expresiva inscripci?n ?[EST]A : CIBDAD : /[ES] :
[DE] : LAS : DEL : REI (4)?, que pon?a de manifiesto la con
dici?n realenga de Betanzos con la exclusiva finalidad de que
tuviese en todo momento presente tal circunstancia aquel am
bicioso y desp?tico personaje ??mulo, en muchos aspectos, de
(2) Vid. FRANCISCO VALES VILLAMARIN: Bosquejo hist?rico de Betan
zos de los Caballeros, en ?Faro de Vigo?, n?mero especial conmemora
tivo de la fundaci?n del mencionado peri?dico, p?g. 169.
(a) Nunca el territorio betancero, que sepamos, dej? de ser de rea
lengo, a pesar de lo que, err?neamente, consigna Fern?n Mart?s, capell?n
de Fern?n P?rez I, en la Cr?nica Troyana, d?nde se atribuye a este fa
moso caballero mari??n, adem?s de los se?or?os de La Coru?a, Puente
deume, Ferrol, Neda, Cedeira, Santa Marta de Ortigueira, Vivero y Vi
ilalba, el de la entonces villa de Betanzos, cuando s?lo dicho pr?cer era
juez de este Ultimo pueblo ?por el rrey don Enrrique?, conforme se lee
en documento que se custodia en nuestro Archivo municipal. (Carpeta
rotulada Hospital de San L?zaro.?Traslado [...] de vn preuilegio [...]
para que cada nauio o tusta que veniere cargada de sal a esta ?iudad
pague a los la?arados de la Madanela vna anega de sal linpio [...].)
(4) En la leyenda hemos suplido, entre corchetes rectos, los caracte
res, a nuestro juicio, desaparecidos.