JURISCONSULTOS GALLEGOS. JUAN MANUEL PAZ NOVOA 91
que los foros hab?an de acarrear? Puede decirse que a partir de
la fecha de la obra que comentamos, reproduci?ndose los con
flictos sociales que en el campesinado gallego ven?an provocan
do desde dos siglos antes " conocieron una historia turbulenta, 1
desenvuelta entre reversionistas, que de modo espor?dico pero
continuado segu?an haciendo valer sus anacr?nicos derechos e
intentando despojar a los colonos de las tierras aforadas, y re
dencionistas, que siguiendo la soluci?n de redenci?n forzosa
propuesta por Paz Novoa ?n?tese bien, siguiendo o abundando
en esa soluci?n apuntada por ?ste en 1872 y articulada por ?l
mismo en el proyecto de Ley de 5 de julio de 1873? propug
naban la extinci?n por ese medio de las cargas forales. Esta se
gunda postura redencionista adoptaron Montero R?os en 1886,
Javier Valcerce Ocampo y Eduardo Vincenti en 1907, es decir,
catorce y treinta y cinco a?os, respectivamente, despu?s de que
Paz Novoa la adoptara y consiguiera su conversi?n en Ley. Pese
a lo cual, injustamente, suele omitirse su nombre al tratar del
problema 21. En la misma direcci?n redencionista se produjo el
25 Buj?n cita al respecto el proceso incoado por el alcalde de Celanova el 4
de febrero de 1674 contra los vecinos de Valongo y Refojos, dependientes del
monasterio de dicha villa, por los des?rdenes habidos contra los conventuales del
priorato de Refojos, a causa de los despojos y ejecuciones de que hab?an sido
objeto por los frailes ("tocaron las campanas ?se dice en el proceso?, cercaron
el priorato quebrando las puertas, pretendiendo quemar y matar a los que estaban
dentro..."). (Gumersindo Buj?n, De la propiedad y de los foros, Orense, 1902).
Casi un siglo antes del recrudecimiento y generalizaci?n de las acciones de rever
si?n de las fincas aforadas a los foristas por terminaci?n del plazo se?alado en
el contrato de foro, que dieron lugar a su suspensi?n por la Real Provisi?n de
1763, transcend?a ya, por lo que se ve, el mismo problema al orden social en la
esfera del campesinado.
" Baste decir, al respecto, que en el art?culo Foros y Subforos del usual Dic
cionario de la Administraci?n Espa?ola fundado por Mart?nez Alcubilla (6.5 ed.,
t. VII, Madrid, 1918), ni al hablar de las "m?ltiples y eruditas investigaciones"
sobre "la verdadera naturaleza del foro", n? al mencionar "las tentativas encami
nadas a resolver la cuesti?n de los foros", se cita ni se alude siquiera a Paz No
voa; siendo de notar, sobre todo, en lo que afecta a esa lamentable e injusta
omisi?n, que en cuanto al segundo de dichos extremos se incide en craso descW
nocimiento, o al menos en patente error hist?ricojur?dico, al afirmar que entre
aquellas tentativas "merece singular?sima menci?n un proyecto de ley de 6 de
mayo de 1864 suscrito por D. Luis May?ns, otro de 1878 autorizado por D. Fer
nando Calder?n Collantes, y muy especialmente el de 3 de julio de 1888, pre
sentado por el Ministro de Fomento D. Eugenio Montero R?os". Y lo juzgamos
as?, porque ninguno de esos tres proyectos lleg? a ser ley, mientras que lo fue el
de Paz Novoa de 5 de julio de 1873, que mencionamos en el texto. Bien es cierto,
y debemos precisarlo, que este ?ltimo proyecto no se qued? en mera "tentativa",
sino que fue convertido en ley, lo que puede explicar su omisi?n, bajo aquel
concepto, en las p?ginas del citado Diccionario, que, en cambio, en la secci?n
de legislaci?n y jurisprudencia sobre los foros, incluye la ley de 20 de agosto de
1873, derivada del proyecto de Paz Novoa, sin citar a ?ste.