88 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
servidumbre". Al adoptar esta actitud, Paz Novoa no hac?a
sino anticipar el criterio que ocho a?os despu?s hab?a de ex
poner en el libro sobre los foros, que m?s atr?s hemos comen
tado, defendiendo la necesidad de una ley de redenci?n forzosa.
Pero los elocuentes esfuerzos dial?cticos que para el triunfo
de su idea despleg? en aquel simposio, abundando en las opi
niones de congresistas tan destacados como Montero R?os, Pe
layo Cuesta y Rodr?guez Seoane, fueron vanos. Una proposici?n
incidental suscrita por Fern?ndez Poy?n y otros para que se
aplazase "la resoluci?n definitiva del tema que desde ayer se
est? discutiendo, para otro Congreso Agr?cola que la Sociedad
Econ?mica tendr? a bien convocar", yugul? el debate sobre tan
importante y trascendental cuesti?n 15, porque puesta a vota
ci?n, la proposici?n fue aprobada por 79 votos contra 58, siendo,
naturalmente, uno de ?stos ?ltimos el del ilustre letrado oren
sano. Y as? se perdi? tan propicia ocasi?n de resolver entonces
el espinoso problema.
El segundo de los hechos reveladores de la constancia con
que Paz Novoa combati? el foro, llevando su pugnacidad hasta
el ?gora, radica en que es autor del proyecto de la primera ley
de redenci?n de foros 16 que, presentado al Congreso el 5 de
" En cuanto a la prestaci?n constante del caso fortuito, hubi?sese o no esti
pulado, refiri?ndose al principio establecido por el derecho de Roma de que el
caso fortuito no se presta en ning?n contrato, dijo el ilustre congresista en su
discurso: "Nada m?s justo'. El hombre no tiene medios de combatir y evitar el
rayo, las inundaciones, el igranizo que arrasa la campi?a. En caso de calamidad
debe experimentar sus efectos tanto el due?o directo como el ?til. Mas no es as?,
se?ores ?puntualiz?: mi provincia, una de las m?s bellas y abatidas del terri
torio gallego, hace diez a?os que experimenta los desastres del oidium. Y, sin em
bargo, los perceptores de rentas de vino las exigen y las cobran...". Y en cuanto
a la condici?n de mancomunidad, hizo observar que al imponerla se olvidaba
"que conforme a una ley recopilada la solidaridad nunca se presume y que los
obligados de mancom?n s?lo lo son a prorrata". El precepto de esa ley recopilada
a que alud?a Paz Novoa, pas? un cuarto de siglo despu?s al art. 1.137 del C?digo
civil, que establece la presunci?n de mancomunidad de las obligaciones, salvo que
se constituyan expresamente con el car?cter de solidarias. Una prueba m?s del
acierto con que Paz Novoa combat?a los vicios del foro.
15 Esa importancia y trascendencia deriva, parad?jicamente, de la siguiente
manifestaci?n hecha en el mismo Congreso en la sesi?n del d?a 24 de julio, por
Linares Rivas ?uno de los que votaron a favor de la proposici?n de cierre del
debate?, como argumento que adujo para fundar su creencia de que era impru
dente suprimir o modificar el sistema foral: "Adem?s ?dijo? siendo forales las
cuatro quintas partes de las fincas de Galicia, el redimir las cargas ser?a producir
una combusti?n". Prefer?a, sin duda, evitar el incendio de los intereses foristas, a
que se quemasen a fuego lento los de los foratarios.
16 Fue, en efecto; el de Paz Novoa el primer proyecto de redenci?n de foros
convertido en ley, pues los dos que le precedieron, a saber, el incluido en el ar