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ljolet?n de la 'Real Academia Gallega ? 23
letras, especialmente algunas, como la 0, que se hace angulosa, la E,
semicircular, la 0, romboidal, etc., alteraciones que ninguno de los
caracteres de esta I?pida presenta, pues la A de travesafio angular, que
tanto se generaliza en el siglo vi (v?ase la inscripci?n de San Pedro de
Rocas), aparece ya en algunas l?pidas del siglo iv, y los otros dos
ejemplares de la misma letra, uno de travesa?o oblicuo cerrado (que
vemos tambi?n en inscripciones del vu) y el otro, de travesa?o sin
unir, es frecuente encontrarlos en l?pidas romat?as, algunas de Galicia.
Por los caracteres de su leyenda es por lo tanto anterior al
siglo vr.
La hoja de yedra que d?sde Augusto se usa a manera de signo de
puntuaci?n en las inscripciones romanas poco puede ayudarnos a fijar
la ?poca, pues sigue separando palabras o p?rrafos on las l?pidas cris
tianas de los siglos primeros y llega, acorazonada, hast? los a?os
primeros de la d?cima centuria.
Por la forma literaria de la leyenda pudiera colocarse en el
siglo iv, en el que aparecen y se usan con cierta preferencia las corn
posiciones m?tricas; pero conviene recordar que las l?pidas cristianas,
hasta los ??ltimos a?os de dicho siglo, s?lo tienen inscripciones de
catheter funerario; es m?s tarde cuando aparecen las votivas, las dedi
catorias y las honor?ficas. Por esta raz?n no po
demos suponer anterior al siglo v esta I?pida.
En cuanto al material, poco puede deducir
se, porque las placas de m?rmol en inscripciones,
como el empleo de esta piedra en las partes sun
tuosas y decorativas de nuestros templos, es ge
neral en los siglos primeros.
El Crism?n, asunto principal de esta l? . 1
pida, empieza a usarse a fines del siglo III, pero Figura 2
no aparece con el alfa y omega hasta la segunda Parte central de las cruces
mitad del siglo iv, desapareciendo en el vi, sus de consagraci?n de la
titu?do por la cruz con el alfa y omega colgadas catedral compostelana,a?o x~xr
de sus brazos laterales, como puede verse en las
iglesias de los siglos vu al x, aunque en el estilo rom?nico vuelva a
aparecer combinado con la cruz, como luego veremos. Por otro lado, el
? alfa de esta l?pida, es la usada frecuentemente en los siglos V y VI; que
m?s tarde, y hasta el siglo mu, salvo ligeras variantes, es la A del al
fabeto romano corriente la ecnpleada en cruces y crismones. (Figura 2 ).
Oreemos, por lo tanto, que esta l?pida, que podemos clasificar
como romanocristiana, pertenece a la segunda mitad del siglo v,
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