166 Bolet?n de la Real Academia Gallega
Publicista; jurisconsulto, estadista, orador, psic?logo perspicaz,
patriota inmaculado, todav?a podr?a el recelo preguntar: ?porqu? incluir
? Pastor D?az en la escala donde aparecen el descubridor de un mundo
y el descriptos de las leyes de gravitaci?n, junto al Padre del l?xico y
al conquistador de pueblos?
Y responder?: porque el genio no est? sujeto ? gradaciones. No
hay m?s que dos escalas: ? vulgaridad, ? grandiosidad.' A un lado los
mediocres, avanzada de la turba ignara: al otro, los sobresalientes de la
inteligencia y de fa voluntad. No hay grados, como en la milicia, de
soldado ? general; ni castas como en las sociedades imperfectamente
organizadas, reyes y esclavos. El nauta descubre tierras, el poeta rima
ideas, el soldado redime patrias, el literato educa pueblos; los que no
educan ni redimen, ni inventan, ni ense?an ? sentir, no son genios.
Y el gallego insigne lo fu?.
Un ?ltimo reparo; ?por qu? inmortalizar de esta suerte su nombre,
no m?s brillante que otros cien, producidos en los grandes centros de
cultura mundial? La explicaci?n es l?gica.
Italia, patria, de la pintura y de la filarmon?a; Alemania, cuna de ,
la filosof?a; Par?s, centro de las m?s altas actividades; ` Madrid, fuente
de elocuencia, han visto nacer y morir ? muchos grandes, y en vida
les honraron.
Galicia, rinconcito aislado, pedacito del planeta sumido durante
centurias en preterici?n y mal disfrazada esclavitud, ni ha podido ser
escuela de artistas, ni n?cleo de sabios,/ porque ? ignorancia la conde
' naron'los hombres y ? desesperaci?n la empujaron los hados.
Y, sin embargo, cien a?os atr?s produjo inmortales, como siglos
antes tuvo ilustres, como los tiene ahora, y seguir? teni?ndolos en las
?pocas por venir, merced al esfuerzo patri?tico de sus elementos inte
lectuales?nuestra Real Academia en primer t?rmino?y al esp?ritu de
altruismo de sus hijos los ausentes del terru?o, los que en este momen
to me hacen el honor de escuchar mis conceptos, los que en todo el
Nuevo Mundo viven, con la mitad de la mirada puesta en sus hogares
actuales y la otra mitad en los hogares nativos; con medio coraz?n
consagrado ? sentir con la Am?rica hispana, y el otro medio lleno de
dulces recuerdos y saturado del culto ? la patria...
Pero ?es que Pastor D?az no fu? un glorioso de le, tierra donde
ahora nacen los Montero R?os, los Mella y los Canalejas? Ya lo indi
qu?: muchas veces Diputado ? Cortes, Senador del Reino, varias veces
'Ministro, de Estado, de Justicia, de Gobernaci?n; Rector de la Univer
sidad Central, Consejero de Estado, Director de Agricultura y Comer