64 Bolet?n de la Real kcademia Gallega
Es una gloria delgada
Que se passa sin ser vista.
Y de tal guisa tropieza
Su visi?n que amor se nombra,
Que en alzando la cabeza
Ya no vemos sin? sombra:
Y pues tiene buena vista
Y donoso, la mirada,
Huyamos gloria delgada
Que se passa sin ser vista.
Las dem?s poes?as de D. Rodrigo, son: una Compara, una Pre
gunta, una Esparsa y varias canciones y villancicos:
Veamos ahora como Vasco da Ponte retrata al Conde de Altamira:
?Este Conde D. Rodrigo aliende del condado, tenia, por la heren
cia de su padre y de su madre, y de su muger, mil doscientos y cin
quenta vasallos solariegos; y si mandara las encomiendas, veetr?as,
como sus antecesores, fueran al pie de seis mil vasallos debajo de su
vara, sin /os principales de su casa, que los hubiera y se?oreara en
Asturias y Galicia. Este Conde ten?a buena persona de hombre; era
delgado, bien hecho, y de buena estatura, gracioso en su habla, de
buena crianza, buen caballero de ambas las sillas, mui suelto de correr
y saltar y tirar la barra, la lanza y el dardo; tafiedor de viola y de gui
tarra:
ro de condicion, pocos le acababan de entender del todo, era cauteloso;
a quien ?l quisiese mal guardarese del hasta ser bien seguro: para
facer haza?as no vi?o en tiempo de guerras, mas en tiempo de gran
des justicias, y cuando iba a la corte no comportaba cosa de que le
viniese mengua: un d?a en el reino de Arag?n le quiso un Alguacil
quitar su espada, defendiose de ?l en tal manera qu? finc.i con su
honra, y por ello se vi? en tanto peligro que si no se acogiera a casa
de un gran se?or su pariente que se llamaba de los de Castro, ?l mu
riera.Tambi?n en este reino de Galicia sino hac?a en su tierra el Go
bernador del Reino lo que ?l quer?a, calladamente lo hac?a ?l, y como
este Conde don Rodrigo era justiciero; n? quer?a que nadie entrase en
su tierra; y donde le dec?an que estaba malechor, qual fose en su tie
rra, qual en la ajena, levantabase a la media noche y bestia un gaban,
y con coirazas y un casco secreto en la cabeza, y con su espada y ba
llesta, y en piernas y con zapatos doblados andaba de noche tres o
quatro leguas por obscura y fria que fuese y iba a cercar la casa del
mal hechor basta prenderle por la barba; y guando mas llevaba con
sigo, eran cinco o seis hombres de a pie ?
?