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ciero?'las iglesias'donde no hab?a gente que lasnecesitase,.ni se levan=,
taron castros?sino ?>impulso del; esfuerzo de much?simos?brazos. ,, ,!,
?Y del caldero?, dir?n mis lectores, ?del caldero y.?de sus:letras;?.?
qu??. El caldero,: ? lo que sea, vendr?'en. cap?tulo a parte.
i , ' ` CELESTI?O GARctA ROMERO: 5.J
? Santiago, Septierbre 1913. ,
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GOMEZ PEREZ ; DAS MARINAS Y SUS DESCENDIENTES
(APUNTES HIST(5RICOS.Y GENEAL?GICOS)
El estado social de Galicia durante los reinados de D. J"uan II; y
D. Enrique IV, no podia ser ,m?s deplorable. Nuestros nobles, en su,
af?n de sat?sfacer bastardas ambiciones y de vengar rec?procos agra
vios, ten?an convertida la regi?n en un teatro de. v?rgonzosas escenas
impropias de todo pais medianamente culto. Cual si fuesen jefes. ?de
estados independientes, se=hac?an la guerra unos a otros, conquistaban r
las villas, fortalezas y territorios de los menos poderosos, , aplicaban aa:
pena capital a los enemigos quo ca?an en sus manos, ycomet?an tantas
y tales tropel?as, que;la tranqu?lidad y seguridad en Galicia, desapare'
cieron por completo. ` , ?
A tan execrables excesos, no hab?a posibilidad de poner coto, pues
el respeto a la autoridad era tan en absoluto desconocido, que lleg? a
darse el inaudito caso, de que un' simple caballero, Alvaro. ?P?ez se
atrevies? a prender, en su propio palacio, al Conde de'Ribadavia, Ad?
lautado Mayor de Galicia, y lo condujese ? Sotomayor, en; donde lo
tuvb preso todo el tielnpo que le pareci? op?rt?no, '
Los m?s horriblemente perjudieados con estas luchas civiles, eran
los desgraciados pecheros, que no pudiendo ya soportar tantos vej?
metles, se levantar?n en masacontra sus opresores, y al grito de ?ab?jo
las fortalezasl, derribaron casi cuantas exist?an en Galicia, teniendo losti
?