rio lr otetfn de la Real 5kcademia Gallega
No son ?stas las ?nicas coincidencias que encontramos entre el puerto
de Bares y los de los primitivos navegantes de altura del viejo mundo,
especialmente de los de Siria. La manera de resguardarlo por medio de
una gran escollera formada con pe?ascos ?a?n hoy; en uso?, conviene
asimismo con los procedimientos seguidos en, estos casos por los antiguos
n?utas. Silio It?lico, De Bello P?nico, loando precisamente el famoso es
cudo que los gallegos regalaron a An?bal, dice: ?Constru?a Dido los fuer
tes de la primera Cartago, y la juventud, despu?s de, haber salido de la
' flota, trabajaba con ardor. Unos arrojan grandes piedras delante de los
puertos etc., etc.?. Y Ernesto Curtius manifiestanos en su citada obra
sobre Grecia, que en la antig?edad ?comenz?se en la Helade ?son sus
palabras? a arrojar al mar por los fenicios los primeros pe?ascos para
formar muelles o diques contra las olas?. Sid?n, Tiro y Tr?poli expone
el ilustre historiador espa?ol D. Eduardo Saavedra en el discurso de su
recepci?n en la Academia de la Historia?,?dejan ver a?n entre sus rui
nas y escombros magn?ficos muelles de escollera?.
(Concluir?.) FEDERICO MACI?EIRA.
NOTICIAS ACERCA DE LA CONSTRUCCI?N DEL CONVENTO NUEVO
DE SANTO DOMINGO, DE LA CORU?A
Es de todos bien sabido, como durante el cerco puesto por los in
gleses a nuestra capital en 1589, fu? incendiada y destruida por el
enemigo, toda' la poblaci?n comprendida fuera de murallas, incluso los
arrabales de la misma.
Entre los edificios que quedaron totalmente en ruinas y de impo
sible restauraci?n, cu?ntase la iglesia y convento de Santo Domingo.
Situado este monumento religioso frente a la Puerta de Aires, y
por lo tanto, muy pr?ximo a los muros de la ciudad, pronto las tropas
brit?nicas se apoderaron de ?l, artill?ndolo fuertemente . para mejor
poder batir la plaza, quem?ndolo y arras?ndolo al abandonarlo, hecho
que tuvo lugar la v?spera de levantar el sitio y de emprender la retira
da el enemigo.
Vi?ndose la comunidad sin albergue, y temerosa de que alg?n d?a
pudiera repetirse suceso tan infausto, . procur? acojerse a lugar m?s
seguro, como lo era la parte del pueblo defendida por el recinto murado.