260 Bolet?n de. la Real ylcademia Gallega
to, la figura de Murgu?a era algo sagrado e indiscutible, por encima de
diferencias.
Fu? la vida del sabio historiador una permanente actuaci?n :en pro
del resurgimiento de Galicia y de la exaltaci?n de sus valores. Su labor
no suscit? divisiones ni ahond? enconos. Supo elevarse sobre peque?eces
y miserias, y s?lo as? pudo observarse el que viejos y nuevos elementos
del regionalismo, los de vieja cepa y los de nueva ideolog?a, moderados
y radicales, hiciesen del viejo Patriarca un s?mbolo intangible, crey?ndolo
suyo unos y otros, porque en realidad era de todos, ya que en ?l se her
manaba la ponderaci?n de juicios y la clara visi?n de la realidad que dan
los a?os, con un optimismo de juventud que fu? sin duda el que mantu
vo firme su prodigiosa vitalidad hasta sus d?as postreros.
Y de que Murgu?a era un s?mbolo y un prototipo que encarnaba el
regionalismo, nos hablan igualmente la espont?nea manifestaci?n de
duelo que presenciamos, sincera como pocas, y las efusivas expresiones
de condolencia que los gallegos emigrados se han apresurado a enviar, en
las que late esta vez un dolor m?s profundo que el que suele inspirar
esos despachos de p?same dictados por una rutina formularia.
Al dedicar, pues, estas lineas de p?stumo tributo al venerable an
ciano que se fu? de entre nosotros, nos complace poder consignar, en
medio del pesar que nos embarga por la dolorosa p?rdida, la nota conso
ladora y optimista de que el acto que hemos presenciado entra?a una
verdadera y positiva afirmaci?n del regionalismo gallego.
TRASLADO DEL CAD?VER AL PALACIO MUNICIPAL
A las diez y media de la ma?ana del 3 fu? trasladado el cad?ver del
ilustre fallecido desde la casa mortuoria al Palacio Municipal, con objeto
de ser depositado en la capilla ardiente instalada en el sal?n donde el
Ayuntamiento celebra sus sesiones.
La caja mortuoria, fu? envuelta en la bandera de Galicia, que osten
taba adem?s el escudo de este antiguo reino.
Condujeron el f?retro, a hombros, los Sres. D. Angel del Castillo,
Delegado Regio de Bellas Artes; D. Fernando Mart?nez Mor?s, Acad?mi
co de N?mero y Concejal, y D. Leandro y D. Eugenio Carr? Alvarellos,
Vicepresidente de la Irmandade da Fala y Correspondiente de la Acade
mia, respectivamente. .
A los lados iban cuatro guardias municipales, y detr?s, en .nombre
de la familia, los parientes del glorioso muerto D. Isolino de Blas y don
Arturo Hermida.
Despu?s figuraban el Alcalde Sr. Ponte y Blanco, con los Concejales