BOLET?N DE LA HEAL ACADEMIA GALLEGA 261
los municipios de Neira de Jus?, Chantada, Castro ,de Rey, Aba
d?n, Mondo?edo, B?veda, Barreiros, ? Trabada, Sarria, Jove y
Riobarba. Teniendo en cuenta que > gran n?mero de los nombres
de; nuestras aldeas .. y lugares ?. tienen por ra?z los ; propios de, per
sonas de aquellos lejanos tiempos, es de presumir que el nom
bre de Esperotano : o Asperotano . haya sido bastante +com?n y
popular en la provincia lucense".
"Lo evidente es que hoy no queda nada, ni aun la tradici?n,
de tan debatido ;monasterio, como nada queda, si no es el nom
bre, de muchos otros de su tiempo y aun posteriores a ?l".
Hasta aqu? habit" lleg+ado esta cuesti?n, ateni?ndose todos
a lo anteriormente dicho, sin indagar m?s ni meterse en averi
guaciones sobre las aut?nticas fuentes hist?rieas limpias y vi
vas en las ?que no hemos querido ahondar para no enturbiarlas
con nuestra mano inexperta, creyendo que, con lo registrado en
nuestro toponom?stico, es m?s que suficiente para fijar de ma
nera concluyeute, categ?rica e incontestable el lugar a que ha
ce referencia el tan repetido como venerable documnento.
Bastar?a para ello el pleno convencimiento que queda, sine
lugar a dudas posibles, sobre la autenticidad y correlaci?n en
tIreCellario? y Cillero, lube y Ove, M?soma? y Masma,
"Espasandus? y Espasante, "Pelagum Nigrum? y Piago Negro,
"Casas alvas" y Casas Blancas", "Areas" y Areas, "Comasio"
y Cobacho, en tal grado que en algunos casos, como se ye, tie
nen categor?as de identidad, sin que en ninguno hayamos teni
do que acudir a nombres tan prodigados como el de Aspera, al
que tan aferrado parec?a sentirse el sefior Amor Meil?n que le
imp?d?? ver otros m?s conformes fon?tica y l?gicamente eon los
buscados.
Otro tanto tendr?amos que repetir con respecto al trabajo del
senor Martinez Salazar aparecido en "Galicia Hist?r?ca" p?.gi
na 784 y siguientes. ?
Nosotros deducimos, por el esp?ritu y por la tetra del docu
mento, que, el noble Silo, antes de ser elegido rey, por aqu? tuvo
sus posesiones y puede ser que de esta tierra fuese natural, po
i seyendo as? un nuevo dato, y no de escasa importancia, para
deducir, en consecuencia, c?mo la sublevaci?n de los gallegos
? en aquella ocasi?n v sit vencimie?to por el rey en Monte Cu
beiro fue un episodio de rivalidad, de aut?nt?ca guerra civil,