Doleitn de la Real )kcademia Gallega 49
el nombre de Santa Maria y no con el de Nuestra. Se?ora o el de
la Virgen, como acontece con otras muchas. Es decir, que la Enamo?
rada, de las trovas de Pedro de Ver, sol?a, a lo que parece, it en ro?
mer?a a Santa Maria de Gi?n; pero desde que una vez encontr? all? al
gal?n que cautivara su albedr?o no la dejaron volver ya m?s. Motivo y
asunto es ?ste que se repite en las composiciones de muchos otros tro
vadores gallegos medioevales, y ello s?lo ,bastar?a para establecer la
identidad de origen y de inspiraci?n entre ?stos y nuestro Pedro de Ver.
Pero adem?s de tales semejanzas existen, en el caso presente, todos los
testimonios geogr?ficos que pudiera exigir el esp?ritu m?s desconten
tadizo y la cr?tica m?s rigurosa.
Y aun hay, en resoluci?n, algo decisivo, algo que es inconfundible
y a la vez inapelable; y ello es la soltura, la fluidez, la espontaneidad
con que nuestro poeta m inej i el l?xico galiciano m?s puro y m?s cas
i'` tizo; a tal extremo que sus canciones son, hoy a?n, al cabo de seiscien
tos o setecientos afios, perfectamente comprensibles para los gallegos,
aun para los menos iniciados en la arquitectura del idioma. Por esta
sola circunstancia, f?cil es adivinar, a la simple lectura del Cancionero,
cu?les son los trovadores nacidos en una y otra margen del r?o que
sirve de I?mite entre Portugal y Galicia. Y si aun ni los mismos poetas
lusitanos alcanzaron la alta perfecci?n que caracteriza a los gallegos,
maestros suyos a la postre, cabe presumir l?gicamente que la hubiera
conseguido un poeta ultrapirenaico, por muy bearn?s que se le suponga?
Todas, absolutamente todas las poes?as de Pedro de Ver son genuina
mente nuestras, desde la primera (por el orden que fueron publicadas)
y que comienza:
Mha senhor fremosa, por Deus
e por amor que vos ey,
oyd' um pouco e direy
o poque eu ante vos vim;
que ajades doo de mim,
mha senhor fremosa, por Deus...
hasta la sefialada con el n?mero 725 y que empieza :
?Vejovos, filha, tarn de corapom
chorar tam muyto que ey eu pesar,
e venhovos por esto preguntar
que mi digades, si Deus vos perd?n,
por qu? m' andades tam triste choran do?
?Non poss' eu, madre, sempre andar cantando...