? 3 ? BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
imaginaci?n en el lenguaje? es de alg?n modo considerado como
una persona acostada, en cuanto el ?lveo es tambi?n considerado
como ?lecho?. Las corrientes de un r?o se llaman ?brazos', la
foz, ? desembocadura: o c boca =... La personificaci?n comienza
ya en el origen: el r?o `nace'... Un estuario se dice igualmente
?brazo de mar ?...
A estas met?foras del lenguaje m?s general, corresponde en la
imaginaci?n gallega la consideraci?n de seres vivos dada a los r?os
de nuestro pa?s.
Ya es conocido a este respecto, por el largo eco que ha dejado
en los historiadores latinos, el rito .expiatorio que deb?a ejecutarse
para evitar la c?lera del r?o Limia al ser atravesado, porque ha de
saberse que el hecho de cruzar un r?o o de tender sobre ?l un puente
ha constituido en los or?genes gran sacrilegio. Esta superstici?n
la encontramos viva todav?a en el siglo xvi, puesto que la comba
ten las constituciones del obispado de Evora al ordenar que no sean
practicadas bendiciones m?gicas .con espada que atravesase por tres
veces ?l r?o Mi?o o el r?o Duero. Esta ligaz?n de la espada a un
culto fluvial, por otra parte, visl?mbrase ya en la ?poca prehist?ri
ca, pues sorprende, desde luego, que los principales hallazgos de
espadas de la Edad derBronce en Espa?a no s?lo revistan la extra
?a circunstancia de encontrarse fragmentados los ejemplares, aun
que no siempre inservibles, y, por tanto, no poder tratarse de aban
dono por inutilidad, sino que hayan tenido lugar en lechos de r?os,
y as? las del Esla, de Alcon?tar, de Alhama, de Marmolejo, de
Menj?bar, de Palma del R?o y la gallega de H?o.
El acto profanatorio de lanzar un puente sobre un r?o tiene su
contrapartida en el acto propiciatorio de consagraci?n de los puen
tes en las ?pocas romana y medieval a divinidades paganas o a
personalidades del santoral cristiano por medio de capillas, nichos
con im?genes o simplemente inscripciones existentes a?n hoy en
ellos.Son restos de la antigua divinizaci?n de los r?os gallegos su
reclamaci?n de v?ctimas, o s?ase las variadas tradiciones acerca de
la necesidad de inmolar a ciertos r?os, entre nosotros el Mi?o, el
T?mega y el de Puentes de Garc?a Rodr?guez, por ejemplo, una
v?ctima, a fin de tenerlos propicios, cada a?o, superstici?n que en
cuentra sus paralelos en todo el Continente y en especial en Portu
gal, Francia y Alemania. Al Pater Minius, que requiere todos los
a?os una v?ctima, dirig?a una mujer de nuestro conocimiento esta