VALLEINCL?N Y EL CONCEPTO DEL TEATRO 17
relaciones atene?sticas con hombres que, a?os despu?s, destaca
r?an con luz propia en la historia y en los destinos de Espa?a a
partir de 1930, encontraremos, sin duda, las causas de aquella
evoluci?n pol?tica e ideol?gica, a que nos hemos referido, y del
sentido maligno de su humor que, en frase de Fern?ndez Alma
gro, cuajar?a en el "esperpento", que fue, sin duda, el ropaje
que encubr?a tanto su decepci?n como su resentimiento y que,
por contra, defin?a certeramente la Espa?a inmersa en las con
secuencias de la primera Guerra Mundial, de la que un pol?tico
de aquel momento, Melqu?ades Alvarez, nos ha dejado este triste
retrato:
"Todo en Espa?a est? en crisis; todo se desmorona, desde la
autoridad soberana del poder hasta la disciplina militar, sin
la cual es imposible que pueda vivir un pueblo. Impera arriba
la arbitrariedad; abajo, el desorden; en todas partes la vio
lencia".
"...Los hombres representativos del poder han perdido el tem
po miserablemente liquidando querellas, no de ideas sino de
ff organismos y ambiciones personales..." 14.
A su vez, un rotativo madrile?o escribir?a menos de veinti
cuatro horas despu?s de implantarse la Dictadura Militar de
Primo de Rivera, el 13 de septiembre de 1923:
"...Lo que ha ca?do por ahora ?que no es el Gobierno solo
sino el sistema de que formaba parte?, bien ca?do est?, y no
habr? sufrido mucho en la ca?da, porque iba a rastras y ca
y?ndose a pedazos. No hay quien lo llore, ni la clientela que
procurar? filtrarse en la nueva situaci?n..." 1s.
Y es en esa nueva situaci?n en donde, seg?n el nada sospe
choso Eduardo Aun?s, el general Primo de Rivera, "en vez de
atacar el mal en su ra?z lo atac? ?nicamente por las ramas", y
en la que. ValleIncl?n afianz? sus postulados de repulsa a la
dinast?a reinante, a la que combatir?a por todos los medios a
su alcance, tanto en la calle, en el Ateneo y en el caf? como en
su descarnado "Ruedo Ib?rico".
Es, pues, este ambiente sin horizonte el que recoge don Ra
m?n en "Luces de bohemia", en una tr?gica visi?n pol?ticoso
cial del pa?s, bajo una certera ?ptica que descubre su decP cien
" Melquiades Alvarez: "Discursos".
" Diario "A B C", de Madrid, 24 de septiembre de 1923.