ID?lel?n de la Real ,lcademia Gal.lega 3
hueco. M?s en el punto del hallazgo no hay indicios de terreno volc?
nico, aunque si ? poca distancia se encuentran minas de hierro y aun
alguna antigua herrer?a. Esto hace desaparecer la idea de generaci?n
volc?nica. Tampoco representa ser perteneciente ? las rocas pseudovol
c?nicas, que dicen los ge?logos, ? pesar de tener los caracteres de las es
corias terreolaviformes, pues no se hallan en el punto donde apareci?,
rocas que presenten tal aspecto. Tampoco corresponden sus condicio
nes ? las escorias comunes, pues se ve claramente el escape de un 11
quido fundido de regular consistencia por sobre una superficie de roca
? de arena fuerte ? la que conglutin? y fundi? en parte, qued?ndole
sirviendo como base.
Considerando que este peque?o trozo de piedra pudiera muy bien
haber sido conducido casualmente hasta all?, no se le di? importancia,
pues en este supuesto nada en realidad representaba.
M?s he aqu?, que al atravesar un campo cultivado de ma?z, en la
parroquia de Travancas, t?rmino municipal de Golada, provincia de
Pontevedra, al lado de una enorme m?moa y al horde de un peque?o
arroyo, estendidas por toda la superficie de una regular finca, aparecen
millares de peque?as piedras de forma igual ? la descrit?, mezcladas
con innunlerables fracmentos de, escoria de hierro ordinarias, pero te
niendo casi todas ellas rotos los dibujos ? relieves ampollosos ? causa
del choque repetido con los' instrumentos de labranza que durante un
n?mero incalculable de a?os las removieron continuamente para las
necesidades del cultivo. A corta distancia de esta parr?quia hubo
herrer?as.
Ahora bien: no queda duda de que los relieves referidos, son for
mados por mineral de hierro en estado de fusi?n, producido, no por el
fuego pseudovolc?nico, 6 combusti?n de estratos de carb?n minera1
(en aquel punto desconocido), sine por la mano del hombre.
El hallarse estos restos, no precisamente sobre minas, sine cerca
nos y en contacto con monumentos prehist?ricos, restos de una primi
tiva aunque desconocida civilizaci?n, ,no hacen pensar si durante ella
se har?an tentativas para fundir el hierro, una vez que su liquefacci?u
no puede, en los sitios de referencia, atribuirse razonablemente ? cau
sas naturales?
Por otra parte, la manera de extenderse el l?quido en estado de fu
si?n incompleta ? de principios de enfriamiento, parece ser por escape
del crisol ? vasija que le conten?a, sin que aparezcan indicios de ser
?ste arcilloso, lo que prueba ser desconocido en aquella epoca la infusi
bilidad de la arcilla ? barro refractario.