BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 77,
mortal, Pen?lope la prudent?sima, c?yo nombre, Penelope?a, por
cierto, eSt? relacionado con ?penelops? un peque?o pato, Fulix
nyroca, que en sus migraciones abundaba en Grecia durante el
invierno, saludado por Alceo en un fragmento: ?Estas ayes,
?qui?nes son? Del extremo Oc?ano y de la tierra, y aqu? est?n,
las 'pen?lopes', el cuello multicolor, luengas alas? , de suerte
que llamar a la reina ?prudente patita? no es del todo descabe
Ilado y hasta gracioso. El origen de los nombres que terminan
con este sufijo es antiqu?simo, prehel?nico probablemente, y se
encuentra no s?lo en p?jaros, sino en h?roes como Pelops o
Kecrops (G. Germain, Gen?se de l'Odyss?e, 1954, 468 et passim).
Calipso muestra a su ?gran coraz?n?, Odiseus, ?rboles apro
piados para la construcci?n de una balsa. Son ?rboles secos y
muertos, sin duda porque el poeta cre?a err?neamente que as?
ser?an m?s aptos, cuando, al contrario, cuanto m?s ricos en re
sina y agua, m?s tardar?n en saturarse de agua adicional. El
?rbol seco se deb?a conducir como esponja absorbente, es decir,
Ia flotaci?n de una balsa es del todo diferente de la de una em
barcaci?n que flota por desplazamiento y cuya madera, seca y
curada, est? protegida contra el agua por pintura, patente o
bitumen. Veinte ?rboles abat?? Odiseus, ?con el hacha que la
ninfa le hab?a dado, con s?lido mango de madera de olivo?.
Los trabaj? con azuela que su divina amante hab?a aportado. En
cimaconstruye un puente o plataforma, ikria, donde coloca el
palo con sus estays. A popa va un remo como tim?n y luego dis
tribuye alg?n lastre estabilizador. En cuatro d?as construye Odi
seus su artefacto; el lapso es inveros?mil por su brevedad y acaso
debe relacionarse con el n?mero cuatro en un sentido m?gico,
ya que Hesiodo (Trabajos, 170, 799) dice que el cuarto d?a del
Ines es favorable para construir una embarcaci?n.
Todo ello est? descrito en un estilo que podr?amos llamar
?factual? que contrasta con el estilo ?rico?, algo afectado deli
beradamente, que encontramos en la descripci?n de la floresta
encantada de Calipso. Este estilo, como dice Kirk (?The songs
of Homer?, C. U. P., 1962, p. 164) ?implica absoluta maestr?a
de la lengua tradicional (es la lengua hom?rica una lengua de
convenci?n po?tica y no un idioma que jam?s se haya hablado),
y un ejemplo de la t?cnica oral (la que compone recitando o can
tando, no escribiendo) de los m?s impresionantes; por extra?o