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BOLETIN
DE LA
REAL ACADEMIA GALLEGA
Aft. xxtt Coruna, 1.? de Febrero de 1927 N?m. t91
LOS ALTARES PRIMITIVOS DEL AP?STOL SANTIAGO
(Conclusi?n)
Y esto nos Ileva por fin a describir, c?mo era y c?mo estaba orien
tada la cripta y sepulcro en que los disc?pulos depositaron el Santo cuerpo
del Ap?stol y poner fin a estas larguisimas disquisiciones. Y por to que
hoy vemos de sus restos, testigos irrefragables de la realidad, era ?ste un
edificio s?lido y de importancia, pues a nuestra vista est?n todavia los
sillares que constitu?an sus cimientos y si tan cuidadosamente fueron tra
bajados ?stos (i), que hab?an de estar escondidos en la tierra, bien podre
mos comprender c?mo estarian las paredes que a la vista de todos se pre
sentaban. Y veamos de paso con cuanta verdad, como si los hubiera visto
con sus ojos, describe estos cimientos el Papa San Le?n, pues dice de ellos
que los discipulos ?cavantes in altum posuerunt firmissimum fundamen
turn?, tan firm?simo como con nuestros ojos vemos, unas paredes de
silleria por sus dos caras, y con el mejor aparejo con que jam?s se cons
truyeron. Pudieron hacerlas tan buenas los emperadores romanos, pero
mejores no. Y tienen esos cimientos del Norte y Sur medio metro de es ?
pesor y los del Este y Oeste 0,64 (2), y de alto aun tienen hoy 2,55 m., que
a?adiendo media vara que rebaj? el can?nigo Verdugo cuando se hicieron
en la capilla mayor las reformas que hoy vemos, resultan de una altura
de cierta importancia para unos cimientos. Y no se les di? esa profundi
(I) Advierte D. Antonio que el cemento con que est?n unidos debi? haber sido
hecho con una sustancia grasa, pues amas?ndolo entre los dedos se reblandece y une tan
fuertemente que a veces antes se rompen las piedras que separarlas, y que debieron ser asen
tadas frotando primero la una contra la otra. Tan perfectamente ajustadas y unidas est?n.
(2) Historia, tomo I, p?gina 299.