300 Bolet?n de la Real )kcademia Gallega
piada por las autoridades militares, irrog?ndose con esto un notorio
perjuicio ? la gente pobre, sobre todo ? los marineros que buscan el
abrigo de la muralla en los d?as de temporal 6 varan en la playa sus
peque?as embarcaciones, pues imposibilitados de saltar ? tierra por
esta puerta, tienen que hacerlo por la del Clavo, si es que el estado del
mar se lo permite. Tambien los labradores de las cercan?as que acud?an
? extraer de la playa, algas, xebre, curriola, y otras plantas marinas
para utitizarlas como abono en sus terrenos, salieron perjudicados con
aquella disposici?n, que, priv?ndoles de la servidumbre del paso, les
oblig? ? abandonar una labor, que, aunque penosa, les reportaba al
gunos beneficios.
La puerta de que venimos hablando, tom? su nombre de la otra,
ya descripta, que existe tapiada entre el palacio de la Capitan?a Ge
neral y la muralla que cierra la huerta de este edificio. Entre los dos
habr? una distancia de doce ? catorce metros, ? sea, el ancho del ca?
mino que las separa. ?
Desde que se han obtenido las fotograf?as de esta puerta y las de
las dos anteriores2 de Febrero de 1911?se construy? el trozo de
la carretera de circunvalaci?n que corresponde al Parrote, y para dar
m?s amplitud ? dicha carretera, hubo necesidad de rebajar la muralla.
Por lo tanto, las dos primeras hiladas de siller?a que se ven en los
gr?ficos, han desaparecido al efectuar aquellas obras.
La puerta del Parrote, lo mismo que las del Clavo y San Miguel,
d? su frente ? la bah?a, y son las ?nicas, que por la parte del mar,
existen en la Coru?a. (1)
CESAR VAAMONDE LORES.
(Fot. de Eugenio Carr? Alvarellos).
(i) Habfa otras dos puertas desembarcaderos en la muralla de la Marina, cons
truidas en el siglo xvjn. Ambas han sido demolidas hace unos treinta y tantos a?os, pero
qued? memoria de ellas en las l?minas de los folletos publicados con motivo de la estancia
en la Coru?a, de los Duques de Montpensier, y de la Reina Isabel II.
J