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temperamento y tradici?n, y Fandi?o que, sat?rico por naturaleza, des
cend?a en ocasiones con procaz lenguaje al espinoso terreno de las per'
sonalidades, ces? en la publicaci?n de El Her?clito, con el n?mero 53,
cuando se puso cierto l?mite a la libertad de imprenta.
Algunos citan como de esta fecha La Tertulia de Pica?os, de San
tiago, en gallego, si bien no hay noticias ciertas de su salida hasta 1836.
N?tase en esta etapa del periodismo gallego la escasez de nombres
de escritores que poder se?alar en ella, cuando tan abundante hab?a sido
en el per?odo de 18o8 a 1815. Fuera de Iguereta, Pardo de Andrade,
S?nchez Boado, Arza y Pereira, en la Coru?a, y Ferro Montaos, Cana
bal, Rey y Fandi?o, en Santiago, casi no podemos a?adir otros nombres
a la lista. Y se comprende. Limit?base muchas veces la prensa gallega
a copiar de otros peri?dicos de la pen?nsula editoriales y art?culos de
propaganda. Agr?guese a esto que, fuera de contado n?mero de cola
boradores como Gil. del. Palacio, Urcullu, Villares, Casiano del Prado, y
alg?n otro, la mayor parte, pues hab?a entre ellos eclesi?sticos que sim
patizaban con la Constituci?n y muchos militares, publicaban sus trabajos
an?nimamente o s?lo con iniciales que no podemos hoy descifrar. Ade
m?s, gran n?mero de patriotas no creyendo en la eficacia de la campa?a
period?stica, juzgaban de m?s seguros y positivos resultados, por ir m?s
directamente al pueblo, la propaganda p?blica y en las sociedades pa
tri?ticas, iniciativa de la Coru?a, en las logias, clubs, caf?s liberales y
otros locales adecuados, entonaban himnos en loor de la Constituci?n y
de los beneficios que hab?a de ocasionar a la naci?n espa?ola.
No lo achaquemos a tibieza si no podemos citar m?s nombres, pues
no hubo ?poca en que m?s se agitase la dpini?n p?blica que en este
breve per?odo de transformaci?n pol?tica, germen de las ideas que hab?an
de fructificar m?s tarde.
VII
Nombrado gobernador de Orense D. Pedro S?nchez Boado, que
tan gran parte tom? en el alzamiento de la Coru?a, siendo individuo de
su junta, cre?, apenas se hizo cargo del mando en su provincia, El Bo
let?n ' Oficial de Orense, que dur? lo que la situaci?n. Estaba destinado a
sostener las ideas constitucionales en aquel distrito, donde se les hac?a
sorda y continua guerra por el partido absolutista, 'que intent? varias
veces, vali?ndose de calumnias, volver unos contra otros a los liberales.
orensanos, como en los sucesos de Octubre de 1821.