?
216 Bolet?n 'de. la Real Academia Gallega
LA CATEDRAL DE LUGO
(Conc?usi?n)
Iv.
LAS ARAS.EL VIRILCUSTODIA.OTRAS ALRAJAS.PRIVILEOIOS
DE LA ACTUAL CATEDRAL.
Si en los pasados tiempos goz? la iglesia lucense de prerrogativas
y fu? objeto de distinciones, a causa de la importancia que alcanz?
Lugo, copio Corte de los Suevos y como cabeza de Convento jur?dico y
corno ciudad bien fortificada, de admirable situaci?n estrat?gica duran
te la dominaci?n del imperio romano, despu?s del siglo'xit y una vez
edificada la actual catedral, atendiendo a su singular privilegio, por
hallarse permanentemente expuesto ala adoraci?n de los fieles el Sa
cramento en su sacrosanto altar, los reyes y magnates, llevados de su ?
devoci?n y estimulados por la f?, no solo han contribuido con fuertes
sumas al sostenimiento brillante del culto, sis? que han donado precio
sas alhajas, enriqueciendo el altar con adornos valiosos; pero la codicia
de los franceses invasores en el a?o de 1809, arrebat? por completo
todo, dejando el templo sumido en una pobreza tan grande de alhajas,
que hoy apenas si pueden citarse nada sobresaliente por su valor in,
tr?nseco o por el m?rito art?stico que encierre.
De lo poco que queda, dest?case, no obstante, corno lo m?s valio
so y de m?rito grande, por lo rar?simo que son ejemplares de esa clase
y la antig?edad que tienen, las hermosas piedras de ara, sobre las que
se hace la consagraci?n en los altares de la capilla mayor y de la Vir
gen de los Ojos Grandes.
Cuantos escritores se ocuparon en la descripci?n del templo lucen
se, han consagrado laudatorias frases a estas renombradas piedras, uno
de .los m?s curiosos objetos que guarda la Catedral y que ya en el si
glo XVII eran consideradas como alhajas singulares, seg?n afirma el
Dr. Pallares en su libro Argos Divina.
Durante mucho tiempo ignor?se la clase . de piedra de que eran y
en 1724, el Obispo D. Manuel Mar?a Salazar, dudando. si ?las hermosas
piedras negras en las que a modo de fino espejo se reflejaba todo el
altar? eran de vidrio, suscit? con el Cabildo una ligera incidencia, acor