Bolet?n de la Real Academia Gallega 161
Sexto en Toledo y en la misma lengua hablaba Don Alonso el Sabio
" en Sevilla.
Lo propio podemos afirmar en cuanto a la lengua portuguesa,
reino que, resueltamente?dice Fray Pablo de San Nicol?s?fu? con
quistado por los gallegos, y aun afirma que, de Porto y Galicia, viene
el nombre de Portugal. Igual afirmaci?n hab?a hecho dos siglos antes
el ilustre Gerundense y G?ndara, declara que el reino de Portugal
tuvo sus principios en Galicia y que gallegos fueron sus primeros con
quistadores y fundadores.
Como argumentos para demostrar que de Galicia parti? la esfor
zada grey de la reconquista, podemos citar al doctor Crist?bal Loza
no, que con Alonso P?rez de Haro y otros muchos eruditos, afirman
que los duques de Cantabria no ten?an en lo que se dec?an "estados
suyos" jurisdicci?n civil ni criminal, verdad que se observa en el
primer duque Don Favila, padre del infante Don Pelayo, que al mis
mo tiempo que pose?a aquel t?tulo era?como dicen los historiadores?
Protospatario o capit?n de guardias del Rey de Galicia Witiza. Pro
bado est? que no hubo reyes titulados en Asturias ni Gij?n en tiem
pos de Pelayo, todg vez que en Galicia fu? elegido con el t?tulo de
Espa?a. Yepes y Sandoval afirman que err? Morales al leer en el
privilegio del Monasterio de Obona : Pillos Regis Gegionis en vez de
leer Fillus Reg?s Silionis, que es lo mismo que decir : "Hijo del Rey
de Gij?n", cuando debe expresar: "Hijo del Rey de Silo"; insigne
equivocaci?n?dice Segu?n?que ha obscurecido la verdad hist?rica.
Por otra parte, afirma Morales, que la e'udad de Oviedo, no se
fund? hasta muchos a?os despu?s de entrar a reinar Don Fruela, y
es, por lo tanto, cierto que no existi? aquella ciudad hasta cincuenta
a?os despu?s de haber sido perdida Espa?a.
De igual manera se ha probado que no hubo t?tulo de Rey de
Le?n hasta Don Ordo?o el Segundo, y que aquella ciudad no fu?
conquistada hasta la ?poca del rey don Alonso el Magno. Otra dato
de inestimable valor hist?rico es que despu?s de la invasi?n general,
en Espa?a no quedaron en pie otras iglesias que las de Galicia.
Con alto y triste silencio queda, pues, demostrado que, fuera de
Galicia, no exist?a casa o corte que pudiera servir de residencia a los
primeros pr?ncipes que emprendieron la gloriosa restauraci?n de la
patria.
Probado suficientemente que Pelayo fu? elegido rey en Galicia,
y que de all? parti? a conquistar las Asturias o parte de ellas y que
el rey Don Alonso el Magno sali? de Galicia, con los ej?rcitos que cbn
quistaron a Le?n, Castilla y Portugal, y siendo finalmente cierto