oletin de la Real cademia Gallega 19
tuir la misma c?tedra. En el curso de 18561857 ense?aba Ret?rica y
desde el siguiente se encarg? de la c?tedra de Escritura, en la que perse
ver? hasta el a?o de 1867, Ultimo de la Facultad de Teologia. Era
decano de la misma.
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A los veinte profesores benedictinos que hemos enumerado pueden
a?adirse los que circunstancialmente desempe?aron esas mismas c?tedras
u otras como sustitutos. Igualmente podr?an agregarse algunos regentes
de Artes, de que no hemos tornado nota especial al recorrer los libros
universitarios. Por ello y por la nutrida representaci?n que sol?a tener en el
Claustro este instituto mon?stico (a fines del siglo xvll se juntaban en ?l
hasta siete graduados benedictinos) contribuy? eficazmente a mantener el
prestigio de la Universidad desde principios del siglo xvii. Muy justa
mente se puede equiparar su actuaci?n con la de los dominicos,. pues si
?stos tuvieron mayor n?mero de profesores (24 de Teologia y dos conti
nuos de Artes durante 73 a?os) y acudieron a la Universidad desde su
inauguraci?n, los benedictinos, adem?s 'de intervenir asiduamente en la
ense?anza, nunca negaron su apoyo moral y material a las EscueIas,
prest?ndose a defender sus intereses dentro. de la poblaci?n, ante la
Audiencia del Reino y ante el Consejo, seg?n juraban los graduados, y
hasta facilitaron en repetidos casos arquitectos para las obras, medicinas
para los colegiales enfermos y otros articulos varios de que el monasterio
de San Martin solia estar mejor provisto que la misma Universidad. ?
FR. VICENTE BELTRAN DE HEREDIA.
O. P.
SECCI?N OFICIAL
JUNTA ORDINARIA DE 10 DE FEBRERO DE 1926
Fu? presidida por el Sr. Ponte Blanco, asistido del Secretario
Sr. Rodriguez Glonz?lez.
Se ley? el acta de la sesi?n antecedente, que fu? aprobada.
Tambi?n se di? lectura a la correspondencia recibida en la Aca
demia y a los borradores de la dirigida por la misma.
Di?se cuenta del fallecimiento de los Correspondientes D.a Caroli
na Michaelis de Vasconcellos y D. Manuel Otero Acevedo, acord?ndose
hacer constar en acta el sentimiento de ht Corporaci?n por tan sensi
bles p?rdidas.1
Fu? le?da una relaci?n de los libros remitidos para la Biblioteca