52 bolet?n de la real )lcademi? Gallega
que luego hablaremos? litigado en 1758 entre el Prior de Caabeiro y
el Prelado de la Di?cesis, cuyo pleito se custodia en el archivo arzobis
pal de Santiago (1).
La simple lectura del documento transcrito, claramente: nos de
muestra queda data ?era 752 (a?o 714)? est? errada, pues es anterior
en m?s de dos siglos a la fundaci?n del monasterio de Caabeiro, como
se comprueba por otras dos escrituras de los a?os 933 y 942 que exis
ten en el mismo Becerro, y est?n suscriptas por los mismos Prelados.
El otorgamiento del privilegio en cuesti?n, no puede ser posterior
a 942, a?o en que San Rosendo, que lo confirma, renunci? el obispado
de Mondo?edo, y en que Ero, Obispo de Lugo, que igualmente lo auto
riza, termin? el suyo. Tampoco puede ser de antes del a?o 928, ?poca
en que el propio San Rosendo fu? elevado a la dignidad episcopal.
Los dem?s Prelados confirmantes de la donaci?n no figuran en los epis
copologios, al menos, en los que nosotros hemos consultado, por con
siguiente, no podemos remitirnos a ellos en el presente estudio.
Tenemos, pues, que la fecha de la famosa escritura, hallase com
prendida entre los mencionados a?os de 928 y 942.
La era a que corresponde no puede ser otra que la de 972 (a?o
934), ?nica que conviene con la del documento incorporando a ella las
dos CC y las dos XX que el copista, involuntariamente sin duda, supri
mi?, al hacer el traslado del original al Tumbo, y con el tiempo en que
ejerc?an su ministerio, San Rosendo y Ero, dos de los obispos sus
criptores.
Errores semejantes h?llanse en los Becerros de todos los monaste
rios, siendo causa de la desesperaci?n de los investigadores, quienes,
para identificar las fechas de los instrumentos copiados, tienen que.re
currir a las ?pocas en que vivieron los personajes que las confirman,
cuando no a meras conjeturas. V?ase sino, lo que respecto a este parti
cular, dice, entre otros, el P. Sarmiento en su op?sculo Origen del nom
bre y Casa de San Juli?n de Sarros (2).
(r) En la referida copia, que igualmente est? tomada del Becerro, la ortograf?a del
original fu? sustituida por la moderna.
(a) Al comentar el P. Sarmiento las equivocaciones en que incurri? el P. Benito de
Cuevas en su Celanova Ilustrada, escribe en el referido op?sculo: