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cias~'y el Concejo en pleno, constituido por seis miembros iri?s,
cada uno de .'los cuales daba el nombre de un vecino,'que debia
reunir las condiciones de costumbre requeridas Tara, con el eon
junto de todos, formular la correspondiente propuesta al Sailor
Arzobispo, a 'quien correspondia nombrar dos de entre ellos para
el dese mpe?? de.Alealdes ordinarios durante el nuevo "a?o.
A este cobrado ?compa?aba otro, con los nombres de oclio
ca n?nigos de 'la Wolegiata 'de Iria; para el nombramiento de dos
"Justicias cl?ricas", con atribuciones similares a los de Santiago.
Tales ipropuestas eran resultante de 10 dispuesto por Fernan
do II, al conceder a la villa de Padr?n el Fuero atr,as mencio
nado, del "afro 1164, y' de los ordenados poi Alfonso N. para. la~
capital del Se??r?o.'
No eran raros los easos en los cuales los Regidores se pro
pon?an' unos' a otros,'para que los nombrainientos "recayeseni siem~
pre dentro de ?n circulo muy limitado de personas. As?' oeiarri?
en el cobrado par? el a?o 1619,` que no fu? admitido:` En olras
ocas?ones, cual la (lei a?o 1718, el'Procurador general vi?se en
la precisi?n de teller que aconsejar al Sr. Arzobispo el nombra
rniento" de ""d?ternninadasP ersonas entre las propuestas, para
evitar, dec?a ?l, "abusos y vexaciones del pueblo,, en los duales
incurr?an algunos Alcaldes ordinarios"; ?nico motivo (el de po
ner . remedio) que a ?l le hab?a decidido aceptar el cargo que
desempe?aba.
Es de advertir que el Juez de la jurisdicci?n de Quinta, Sa
le?r?n v Cordeiro ?en donde .reSid?a, dentro de l? cual estaba
enclavada la de Padr?n, no intervenia en la administraci?n de
justicia en la villa.
.Noya.Disfrutaba . esta villa de Fuero similar al de Ponte
vedra; pero. en Noya eran seis los linajes que "por costumbre
inmemor?al" disfrutaban del derecho de proponer, por separa
do, dando el representante de cada cual un nombre de los seis
que deb?an figurar en el cobrado, a fin de que e1 Sr. Arzobispo
pudiese elegir dos para el desempe?o del cargo de Alcaldes "Jus
ticias.
Era indispensable, para la validad, que cada uno de los pro
puestos fuese aceptado por el Concejo y adem?s admitido o acla
mado por el pueblo, que, al efecto, se convocaba, "lo mismo 'q? e