BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 377 *
chables De ellas se nutrieron incluso algunos de sus m?s despia
dados detractores como Fray ! Jer?nimo Pardo.
La pasi?n con que .a veces escribe enalteciendo ?y exageran
do? los m?ritos de Galicia se explica por el car?cter apolog?tico
de varias de sus obras (1).
Y por lo dem?s, achaque inveterado de los historiadores es'
desorbitar los hechos de su, justo cauce en defensa de la propia
Patria. Sobre esto, escribi? Feij?o su ensayo del Amor de la patria
y pasi?n nacional, que podr? ser muy razonable, ponderado y no
ble, pero que no ha hecho cambiar' la l?gica trayectoria de ning?n
historiador posterior. Desde la visi?n hel?nica de las guerras m?
dicas :a "la de los aliados vencedores en la ?ltima conflagraci?n
mundial abundan todas las historias en especiosos 'y parciales re
latos, porque quien las escribe es el hombre, con . la personal pa
si?n o emoci?n que los conceptos de polis o naci?n imprimen en la
sangre y en la carne de cada uno.
El P. G?ndara sinti? un hondo y vehemente amor a Galicia.
Cegado muchas veces por ?l err? abultadamente. Entre sus obras
y el tiempo actual ?se interponen muchas lentes y muchos filtros y
cedazos de severa cr?tica? (2), que han expurgado aqu?lla, bucean
do en las p?ginas prolijas de sus libros.
Recientemente Allariz, su villa natal, quiso reivindicar su me
moria y por suscripci?n popular edit? un bello op?sculo (3). dedi
cado a enaltecer su recuerdo. Hasta entonces s?lo una calle, cuyo
nombre en realidad no vive m?s que en la placa que la ostenta,
evocaba la figura del egregio agustino. Hab?a sido acordado este
homenaje en sesi?n del Ayuntamiento del 13 de Julio de 1885,
(1) Galicia propugnaba entonces la concesi?n del Voto en Cortes que
tenia vinculado a Zamora y as? ?era su inquilina i precaria suia como lo
disput? doctissimamente el gran J. C. D. Francisco Salgado Somo?a del Con
sejo Real de Castilla Abad de Aloala la Real (i io lo tengo tratado histo
rialmente en un papel que se me mand? escribir)? G?ndara: Armas y
Triunfas del Reino de Galicia. Cap. XXXVIII, p?gs. 508, 509.
Al ilustre agustino le interesaba exaltar las glorias de Galicia, preteri
da ?viejo abuso? en sus justas aspiraciones. Por otra parte la leyenda ne
gra' ,antigalliega, de que habl? en otro lugar, se hallaba 'entonces yen su m?s
grave momento.
(2) RAM?N OTERO PEDRAYO: Pr?logo a Alaricanos egregios, G?ndara
p Laya, por Fr. RAFAEL L?PEZ, O. S. A. Imp. ?La Regi?n?, 1945, p?g. 16.
(3) Ibidem.