186, tiOLET?IV DE' LA "ACADEMIA GALLEG?
dependen la una de la otra, claramente se colige que, para resolver ??c
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arduos problemas monetarios es forzoso acudir al auxilk quo nos
prestan las'p?ginas del pasado.
As? lo entendier?n y practicaron los grandes numismatas
en todos los tiempos, .especialmente en los modernos. Aloiss Heiss
en la Descripci?n general de las monedas'hispanocristianas desde
la invasi?n de los ?rabes (Madrid, 18651869), nos exhibe para
mayor c?mprensi?n de su trabajo, tablas cronol?gicas, genealo
g?as, biograf?as y retratos de muchos reyes. Lo propio hace
Teixeira de Arag?o en la Descrip??o geral e historica' das moedas
cunhadas en nome dos reis, regentes e gobernadores de Portugal
(Lisboa, 18751880), incluyendo adem?s en el tomo III de la obra,
una historia de la dominaci?n de los portugueses en. la India, ma
pas, pianos y vistas :de ciudades, de templos y de otros edif?cios
Y recientemente, el ilustre D. ` Pedro Batalha Reis en Moedas de
Toro (Lisboa, 1933), asunto que se refiere a las monedas .acu?adas
por el rey D. Alfonso V de Portugal en dicha ciudad castellana,
nos relata extensamente los suoesos y luchas sostenidas entre
espa?oles y portugueses con motivo de la pretensi?n del monarca
lusitano y de su mujer D. Juana la Beltraneja a la Corona de
Castilla. ?
Estos textos y otros quo no mencionamos, contienen tambi?n,
como acabamos de explicar, particularidades ajenas a lamoneta
ria, pero util?simas y . necesarias para dar a conocer el origen de ??c
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muchaas zecas y p,ara poder identificar y clasificar multitud de
monedas y medallas,
El camino trazado por tantos pr?oeres de la numism?tica es,
pues, el que nosotros hemos seguido al tratar de la fundaci?n de
la Coruna, y el que nos proponemos continuar en el estudio de las
dem?s f?bricas de moneda que restan por catalogar.
Volviendo ahora a nuestro tema, f?cilmente se comprende
que D. Alfonso IX, despu?s de haber fundado de nuevo la Co
runa y de concederle tantas prerrogativas y privilegics, no hab?a
de olvidarse de uno de los m?s codiciados y honrosos de toda ciu
dad y, al propio tiempo, de los de mayor utilidad p?blica. Nos
referimos al del establecimiento en la villa, de un taller monetari ??c
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. No oonsta particularmente en ning?n documento que don
Alfonso IX haya batido moneda en la Coruna, pero existen prue
bas suficientes para poder asegurarlo. ?
En efecto, el a?o 1916, al ejecutarse en Sevilla eiertas demo
liciones, aparecieron m?s de un millar de piezas fabricadas por