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de fundaciones por Juan Moxe o Mohe, Notario p?blico jurado del Con
cejo de Noya, sucesor de dicho Pedro Dom?nguez (r). Las de Mar?a
Mart?nez, viuda del zapatero Afonso Lorenzo, del a?o i4oi; Juan de
Ben da Ponte, del a?o 1402; Juan Frade, cl?rigo de Santa Cristina de
Barro, del a?o 1404, y otras.
El archivo de la Congregaci?n era muy interesante. Constaba de
infinidad de privilegios, bulas, donaciones, etc., y de dos libros tumbos,
de los cuales el primero estaba escrito todo en pergamino, cubierto con,
tablas reforzadas con clavos, y cada una de sus p?ginas firmada .y signa
da por el Notario Alvaro Afonso en el a?o 1408. El otro tumbo estaba
forrado con pergamino y escrito en forma probante.
En diferentes ?pocas fu? objeto este archivo de robos y ocultacio
nes de sus documentos. El 2 de Febrero del, a?o 1388, D. Fray Mart?n
Ares, Abad del Monasterio de San justo de Tojos Outos y Vicario ge
neral del Arzobispado de Santiago, estando en Noya, mand? hacer
averiguaci?n de l?s personas que deten?an escrituras y fundaciones
antiguas y modernas que de ?l faltaban; en 26 de Octubre de 1657 el
Provisor del Arzobispado libr? pa4li?a contra quienes sustrajeran otros
papeles del mismo, y en 1668 el Nuncio de Su Santidad expidi? otra
paulina por igual motivo. A pesar de esto, las extracciones en el archi
vo continuaron, y en la actualidad s?lo se custodian en ?l unos cuantos
documentos de escaso valor, que no ofrecen ning?n dato de provecho
con que poder ilustrar la historia de tan antigua e importante Cofrad?a.
Otra de las fundaciones que exist?an en la Congregaci?n; adem?s
de las que hemos citado, era la de Pedro Afonso, que en 8 de Marzo
del a?o 1347 don? a aqu?lla la cantidad de seis libras anuales para que
se dijesen ciertas misas por el alma de sus hermanos. La escritura en
donde esto consta, por parecernos muy curiosa, la insertamos a conti
nuaci?n (2):
(r) En el cementerio de Santa Mar?a la Nueva se conserva el sepulcro de Juan Moxe,
que, a pesar de su traza, del car?cter de las letras de su inscripci?n y de otros detalles que no
dan lugar a dudas, sigue suponi?ndose ser el de un Notario fallecido en el siglo xn.
(2) Damos esta escritura con la ortograf?a y las mismas faltas que se hallan en el,
manuscrito de donde fu? copiada, que es un traslado de otro traslado del original.