jolelin dela ;'Real Academia Gallega .
me persuado de' que no a m?ritos propios, 'siti? a bondad ajena debo el
honor que ustedes me han tributado. Esta mi insuficiencia me recordar?
siempre cuan gratuita ha. sido la gracia recibida, y cuanto debe ser nm
' agradecimiento a esa prestigiosa Corporaci?n?.
Pues bien, ahora, en estos solemnes instantes, en . esta hermosa ve
lada que sera para mi inolvidable, abundo en las mismas' ideas, en
id?nticos sentimientos;. no hallo palabras a prop?sito; para expresar mi
peque?ez ni frases con que significar el agradecimiento,; que subyuga mi
alma por honor tan envidiable. Y, al hablar de esta manera, os aseguro
que mis palabras, en lo que tienen de sincera gratitud 'y de profundo
reconocimiento, son eco fiel, expresi?n adecuada de los' nobles . y eleva
dos sentimientos que animan los corazones de mis amados y dignos cottl
pa?eros. .
El objeto de la Academia, seg?n rezan sus Estatutos, ?es cultivar las
Bellas Artes en general yprincip?lmente aquellos estudios que m?s puedan
contribuir al conocimiento de la Historia, Antig?edades, Literatura 'y
Lengua de Galicia?. Por consiguiente, con mucha raz?n escribe el erudito
y po?tico historiador Sr. Manuel Murgu?a que ?el pa?s gallego tiene dere
cho a esperar de esta Academia. que. a su amparo florezca cuanto, es nues
tro y nos pertenece en el dominio de la inteligencia, esto es, lengua,"
poes?a, historia, arte, cuanto se relacione con nuestro pasado, cuanto
constituye nuestro presente, cuanto tiene el deber de preparar el porvenir
de nuestro pueblo. Siendo, pues, tan noble, tan elevada, tan grande la
empresa a la Real Academia Gallega encomendada, ?c?mo: no he de juz
gar yo escasas mis fuerzas, peque?as mis aptitudes, nulos mis m?ritos para
formar patee de tan culta Instituci?n? ?Qu? mucho que concept?e del
todo gratuito el honor que se' me ha tributado? .
A dondequiera que vuelvo los ojos, descubro mi insuficiencia. Si fijo'
mi vista en los nombres de los que figuran como acad?micos de N?mero,
salen a mi, encuentro sabios, historiadores y literatos que son honra y
prez de, la cultura gallega. Bastar? citar al inmortal can?nigo de Santiago,
D. Antonio L?pez Ferreiro, que a juicio del insigne Marcelino Men?ndez
Pelayo, era ?modelo de investigadores? (r). Si paro mientes en los acad?
micos honorarios, hallo los preclaros nombres de D. Eugenio Montero Rios,
gloria de la ciencia jur?dica espa?ola; de D. Angel Amor Ruibal, fil?logo
distinguido, canonista eximio, jurisconsulto eminente, profundo te?logo ?
y fil?sofo de altos vuelos; .y el de D.a Emilia Pardo, Blz?n, ?mujer de
(i) Advertencias Preliminares, tomo I de la Historia de los Heterodoxos espailoler,
p?gina 3o.
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