$oleitn de la Real y^cademia Gallega 295
pa?a y sus monumentos (1) una ?m?sera imprenta a cuestas? pues
las obras impresas por ?l son buen?simas ediciones.
Parece ser que las andanzas del buen Vasco fueron efecto de
hiber tornado parte en el alzamiento de los Comuneros y a su
vrelta a Espa?a se hizo cl?rigo y se ajust? para impresiones ante
rirmente que con el Cabildo de Orense, primero con los de Oporto,
Tidy y Lugo y luego con el de Santiago, como se desprende de la
escritura de concierto de 9 de Octubre de 1541 donde se le llama
?y?pressor estante en esta cibdad? (Santiago) en la que el Cabildo
le se?al? para domicilio la casa del Sr. L?pez S?nchez de Ulloa.
Parece que estaba a?n en la ciudad del Ap?stol en 1543, lo
Tie, de ser exacto, permite poder fijar con exactitud su ida a
Or?nse.
A los que hemos citado que trataron de la vida de Vasco,
d?bese juntar Serrano y Sanz por su trabajo Literatos espa?oles
cautivos, publicado en la Revista de Archivos, Bibliotecas g Museos.
Lo hacen varios racionero de la Catedral orensana, no fal
tando quien nos diga que no lo fu? ?l, sino su padre. Tal especie
se deshace f?cilmente, pues en algunas de las obras por 61 impre
sas se titula simplemente ?impressor? y en el tcstamento de que
I hablamos m?s adelante le llama el escribano ?impresor de libros?,
Iy en dicho documento, as? como en su codicilo, se denomina ?cl?
rigo de la di?cesis de Badajoz? sin aludir para nada al cargo que
le atribuyen en Orense,' como lo har?a si lo fuera en realidad.
A mayor abundamiento en el ?colof?n? de la Palinodia dice
que la imprime en Orense, ?donde al presente tiene residencia? y
en su testamento se declara ?vecino que al presente soy de la ciu
dad de Orense?.
No desempefi?, pues, otro cargo ni misi?n que el de imprimir
las obras que le encargara el Cabildo, y son las que citamos en el
cap?tulo siguiente.
IV
Llam?se a Vasco a Orense en el pontificado de D. Francisco
de Lara, para las impresiones del Cabildo, pero adem?s salieron
de sus talleres algunas de las que era autor el tip?grafo.
Su afici?n al teatro era igual a la que sent?a por la imprenta,
y tal vez por la primera no falta quien le juzgue tambi?n como
actor dram?tico.
(1) Tambi?n se ocupa de ?l en su Diccionario de escritores, artis
tas y extreme?os ilustres, Madrid, 1886.