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BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA ? 29
Soto Marne ha sido uno de los m?s bruscos impugnadores, y el
,. P. Feij?o, que. siempre cultiv? un estilo moderno y expresivo, se jus
tifica del tono vigoroso con que correspondi? .a sus destemplanzas,
consignando en su Justa Repulsa de inicuas acusaciones (la primera
edici?n, 30 de julio 1740), que ?no debiera extra?ar que yo ahora me
explique con voces m?s duras que las que hasta ahora he usado con
otros impugnadores de mis escritos ?, contestaci?n que Men?ndez Pe
layo calific? de altenera en sus Heterodoxos espa?oles.; Esta actitud
de Feij?o fu? justificada por el docto Gumersindo Laverde., afirmando
que era proporcionada al modo descort?s con que le impugnaron Ma
?er y otros,
Se consider? a Feij?o por sus bi?grafos y cr?ticos imparciales, un
1, esp?ritu sereno, ecu?nime y prudente; pero tuvo momentos de hondo
quebranto al advertir las dificultades que se opusieron a su gran la
bor de renacimiento de la amortiguada cultura de su ?poca. ? ?Cu?n
' tos arbitrios, cu?ntas maquinaciones se han discurrido, ya para qui
tarme la gloria de lo escrito, ya para que no prosiguiese la obra em
pezada! Dejo aparte dicterios y calumnias, como cosa trivial en seme
jantes casos, Pero no s? si .a otro escritor habr? sucedido el que pro
curasen aterrarle con cartas an?nimas, llenas de amenazas. Sigo, lec
tor m?o, una senda cubierta de peligros y trabajos... Mas no por eso
temas que tr?mulo con el pavor, la mano deje caer la pluma? (1).
En la controversia sostenida por unos y otros hubo momentos de
extremada violencia, y hila pluma fecunda que ensalz? a Feij?o muy
cordialmente (2) recuerda el lenguaje de sus adversarios. Baste decir
4;expone? que Ara?jo, por ejemplo, atacando a Feij?o, le trata nada
menos que de ? mal sacrist?n?, y a su vez Tapabocas, papel escrito en
defensa de Feij?o, lo m?s blando que dice a Ara?jo es ?espantajo? y
?zoquete?. Y es entonces cuando Herv?s se desata contra uno de los
principales impugnadores de Feij?o, exclamando por boca de Jorge
Pitilla
Conozco que el fingir me aflige y da?a,
Y as? a lo blanco siempre llam? blanco
Y a Ma?er le llam? siempre alima?a.
Al combatirse tan furiosamente unos a otros los fil?sofos, reco
nozco con cuanta raz?n dijo San Bernardo, que la sabidur?a del mundo ?
es tumultuante y guerrera (sapiencia mundi tumultuosa est, non paci
fica). Es llama elemental que m?s arde que alumbra, y en algunos su
jetos fuego de p?lvora, destinado a herir, y no .a brillar... En la lid de
opiniones, todos los doctos debieran ser neutrales, y casi todos son
faccionarios... No hay fil?sofo que no pretenda que las estrellas, como
un tiempo contra S?sara, militen contra el jefe del partido opuesto, y
juzga llevar, como dec?a de H?ctor Aiax Telamonio, la deidad intere
(1) Pr?logo de su Ilustraci?n apolog?tica.? (Primera edici?n el 10
de enero de 1730
(2) Emilio. ardo Baz?n: Feij?o y su siglo.