Bolet?n de laReal Academia Gallega 193
callar desenvolvimiento de cada organismo? la labor que separadamente
realizamos.
Y a darle hermoso comienzo se presta la ocasi?n que motiva la presente.
Usted no ignora que a ra?z del fallecimiento del ilustre Curros Enr?quez, ini
doce aqu? en esta Isla, una suscripci?n para erigirle un monumento en la
capital de Galicia, que perpetuase su memoi Id, `suscripci?n que alcanz? a
$3,652.62 oro, que se encuentran depositados en la Caja del "Diario de la
Marina", de esta ciudad. Ustedes, respondiendo al patri?tico pensamiento
del Ayuntamiento coru??s, de construir un grupo escolar donde reposaran
las cenizas del poeta inmortal, recaudaron tambi?n por valor de pesetas
15,019.65, que se encuentran en la Sucursal del Banco de Espa?a en la Co ?
ru?a y a la disposici?n del mismo Ayuntamiento. ?
Nada diremos sobre la improbable ejecuci?n del proyecto municipal. ;Si
vivo todav?a el sentimiento que caus? la muerte del excelso bardo no pudo
cristalizar la nobil?sima idea, a medida que el tiempo vaya haciendo m?s
densa la negrura de sus velos sobre el nombre del eterno lacerado, ser? m?s
imposible su ejecuci?n! Creemos, pues, no dejarnos llevar de un exagerado
pesimismo, suponiendo que ?nicamente por un milagro el grupo escolar alz?
rase alg?n d?a para recoger los restos de Curros, y en tanto la suscripci?n
de ustedes permanecer? inactiva y sin beneficio para nadie.
Por otra parte, la que obra en poder del "Diario de la Marina" lleva
iguales trazas por cercenar su relativa importancia nuestros. elevados entu
siasmos. Ante esto y despu?s de darle a conocer a la Real Academia Gallega
nuestro deseo de avivar los sentimientos de cuantos hayan mostrando ansias
de glorificar a Curros, y de ser alentados por ella a perseverar en este ,pro
p?sitos, dimos comienzo, celebrando una conferencia con 'el Sr. Administrador
del "Diario de la Marina" para saber cu?les eran los trabajos que hab?a rea
lizado y qu? era lo que pod?amos esperar de sus disposiciones. Por separado
damos a conocer a usted las bases acordadas y si, como nos marlifest?, re
cibe pronto los planos y fotograf?as del Pante?n, nos ser? grato enviarle
copias para su mayor conocimiento. Pero sin esto puede quedar lo primordial
resuelto en principio. ?
He aqu? nuestra opini?n: Sea factible por su estructura, de ser colo
cado el monumento en el cementerio, plaza p?blica, parque o jard?n, su em
plazamiento ser? provisional, es decir, se elevar? para ser conservado en
buen estado y poder, sin menoscabo de la obra de arte, trasladarlo en su
tiempo al lugar en que el grupo escolar se haya edificado. Esta seria una de
las ventajas: conocido el monumento se, podr?a darle adecuado asiento en los
planos de las escuelas. As? en vez de ser un agregado horr?sono, colijo sue
len ser estos monumentos, podr?a resultar un art?stico complemento armo
nioaamente adaptado en proporciones, orden e ideas. Si hoy no se juzga ar
t?sticamente posible el divorcio de la obra del escultor y la del arquitecto,
nosotros podemos, en este caso, responder al concepto moderno, ya que no
haciendo la escultura para el edificio, acordando el edificio a la escultura.
Y si tanta malaventura habr? de pesar aun sobre la memoria de Curros,
que no pudiese el Ayuntamiento coru??s levantar sus escuelas, los gallegos
dispersos por las Am?ricas, habr?an satisfecho sus anhelos de perpetuar su